La volatilidad cambiaria ya pega a casas de bolsa
29 de septiembre 2015.- De acuerdo con datos de la CNBV, entre enero y julio de este año estas instituciones reportaron una utilidad 10% inferior a lo conseguido en el mismo periodo en 2014.
México.- La depreciación del peso frente al dólar ha tenido un efecto negativo en las ganancias neta de las casas de bolsa, informó José Antonio Espíndola, director general de Accival Casa de Bolsa.
“Lo digo abiertamente: la depreciación del peso tiene una repercusión en las utilidades; generamos un mayor volumen, pero dolarizando no se vio reflejado en las ganancias, porque claramente se vieron afectadas por el tipo de cambio”, dijo Espíndola a MILENIO.
Desde el año pasado los intermediarios bursátiles presentan menores ganancias en su negocio, y en lo que va de este 2015 no han podido revertir la tendencia de menor crecimiento.
Según el último reporte de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), al cierre de julio las bolsas reportaron una utilidad de 3 mil 700 millones de pesos, cifra 10 por ciento inferior respecto a los 4 mil 100 millones conseguidos en igual periodo de 2014.
De acuerdo con datos del Banco de México, el tipo de cambio arrancó el año en 14.5 pesos por dólar; sin embargo, ahora ronda los 17 pesos.
Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, explicó que las menores ganancias se deben a que los rendimientos de cualquier instrumento en pesos se ven afectados por las depreciaciones de la divisa, ya que el rendimiento representa una menor cantidad de dólares. Añadió que el alza en el tipo de cambio genera una mayor incertidumbre entre los inversionistas y una menor disposición a invertir en instrumentos denominados en pesos.
En tanto, la calificadora de riesgo Fitch Ratings considera que el sector bursátil seguirá presionado durante los próximos 18 meses, por lo que en este tiempo su principal reto consiste en actuar con cautela, a fin de que puedan preservar indicadores de solvencia adecuados.
En México operan 35 casas de bolsa, las cuales administraban al cierre julio pasado un total de 508 mil millones de pesos en activos, 36 por ciento más en comparación con los 370 mil del año pasado, lo que significa que el flujo aumenta, pero no se ha podido reflejar en sus ganancias, como lo explica Espíndola. Otro dato que comprueba la movilidad del sector son las 221 mil 825 cuentas de inversión que administran, lo cual es un crecimiento anual de más de 6 por ciento.
No obstante, el directivo añadió que la depreciación de la moneda nacional no es el único problema que aqueja al sector, sino que enfrenta otros factores iguales o más importantes, como el cambio al régimen fiscal que se concretó el año pasado con la entrada en vigor de la reforma tributaria.
En ese sentido, el directivo explicó que desde abril de 2014 se comenzaron a gravar las ganancias de capital de las casas de bolsa, lo cual fue un elemento que inhibió la inversión en capitales. Situación que apenas se está mitigando, dado que entre los inversionistas hubo un proceso de aceptación y de entendimiento de la nueva realidad.
Esa medida se suma a otra dentro de la reforma financiera,, que tiene que ver con las prácticas de ventas, lo cual tiene un efecto directo en los perfiles de riesgo de las instituciones e implica una serie de reportes a la autoridad que indica más control, gente y más inversión en tecnología.
Cifras de la CNBV indican que en todo 2014 los más de 30 intermediarios bursátiles consiguieron una ganancia neta de 6 mil 900 millones de pesos; sin embargo, dicha cifra fue 13 por ciento inferior si se compara con los 8 mil millones logrados en 2013; es decir, justo antes de que entrara en vigor la reforma a las leyes fiscales.
Para Espíndola no es necesario que el gobierno regrese los incentivos que tenía antes el mercado de valores, sino que como gremio debe buscar otro tipo de alternativas para desarrollar el mercado, como nuevos instrumentos bursátiles que puedan ser aprovechados.
“Lo ideal es que no haya ese tipo de impuestos, pero de hecho el no estar gravado era algo del mercado mexicano; en el mundo la mayor parte está gravada, y la verdad es que no creo que regresemos a eso; por eso debemos buscar alternativas que generen diferencia en opciones de inversión para dinamizar la economía”, dijo.
En ese sentido añadió que cuando se planteó la reforma, gran parte del ingreso del gobierno derivaba del petróleo, pero ante la caída en los precios, regresar a los viejos incentivos provocaría otro hueco financiero difícil de tapar.
VOLATILIDAD TAMBIÉN AFECTA
Alejandro Tapia y Bertha Pérez, analistas de Fitch, indicaron que otro elemento que afecta la ganancia de las casas de bolsa es la volatilidad, dado que en un ambiente cambiante el volumen de sus transacciones y su rentabilidad tienden a disminuir, sobre todo en las de menor tamaño, que no están ligadas patrimonialmente a un grupo financiero.
“Por sus modelos de negocio y diversificación relativamente baja de los mismos, las casas de bolsa son muy sensibles al entorno operativo. Su fuente de ingresos principal es la intermediación en los mercados de renta fija y de capitales; por lo tanto, en un entorno volátil, el volumen transaccional y la rentabilidad caen generalmente”, explicaron.
Señalaron que las entidades bursátiles del país se enfrentan a un importante desafío, por lo que su tendencia será reducir sus riesgos asumidos, y especialmente se están esforzando en disminuir sus posiciones propias y aumentar los ingresos, principalmente mediante comisiones estables, a fin de disminuir la dependencia de ingresos generados por corretaje de valores.
“La volatilidad de los mercados financieros globales, un entorno de tasas de interés bajas y una economía local aún débil han afectado el desempeño financiero de esas entidades”, puntualizaron los especialistas.
Braulio Carbajal | Milenio