La OTAN define a Rusia como «enemigo» y amenaza «directa»
Madrid, 29 de junio del 2022.- La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), alianza militar de occidente, aprobó la “hoja de ruta” que asumirá para la próxima década, en la que se señala a Rusia como una “amenaza significativa y directa”, a China como “un desafío sistémico” que utiliza “herramientas híbridas y cibernéticas maliciosas” y advierte de los riesgos de los delitos en el ciberespacio y de los efectos del cambio climático en el medio ambiente.
La Cumbre de Madrid pasará a la historia porque por primera vez desde el final de la Guerra Fría se señala de forma nítida a un “enemigo”, Rusia, que hace sólo unos años era considerado un “socio estratégico”. También se incluyó como una “amenaza” lo que definieron como la “instrumentalización de la inmigración”.
El Concepto Estratégico es un documento de 16 páginas y 49 puntos en el que los países integrantes de la OTAN, liderados por Estados Unidos, definen sus prioridades para los próximos diez años, como hicieron en el año 2010 en la Cumbre de Lisboa, cuando las condiciones geoestratégicas eran otras; no había guerra en Ucrania, la relación diplomática con Rusia era fluida, hasta el punto de que era considerado un “socio estratégico” y el mundo occidental no vivía, como sí ocurre ahora, con el temor de ser atacados por otro país.
En este sentido, la nueva “hoja de ruta” de la OTAN señala que “la OTAN está decidida a salvaguardar la libertad y la seguridad de los aliados. Su propósito clave y mayor responsabilidad es asegurar nuestra defensa colectiva contra todas las amenazas, de todas las direcciones”. Y añade que a pesar de que “somos una Alianza defensiva”, “la zona euroatlántica no está en paz.
La Federación Rusa ha violado las normas y principios que contribuyeron a un orden de seguridad europeo estable y predecible. No podemos descartar la posibilidad de un ataque contra la soberanía y y la integridad territorial de los aliados. Las amenazas a las que nos enfrentamos son globales y están interconectadas. Los actores autoritarios desafían nuestros intereses, valores y forma de vida democrática.
Están invirtiendo en sofisticadas capacidades convencionales, nucleares y de misiles, con poca transparencia o respeto por las normas y compromisos internacionales. Interfieren en nuestros procesos democráticos e instituciones y apuntan a la seguridad de nuestros ciudadanos a través de tácticas híbridas. Realizan actividades maliciosas en el ciberespacio y el espacio, promoviendo campañas de desinformación, instrumentalizando la migración, manipulando la energía y los suministros y utilizando la coerción económica”.
Y señala de forma explícita a Rusia como “la amenaza más significativa y directa para la seguridad de los aliados. Pretende establecer esferas de influencia y control directo a través de la coerción, la subversión, la agresión y la anexión. Utiliza medios convencionales, cibernéticos e híbridos contra nosotros y nuestros socios. Emplea la amenaza nuclear. Tiene como objetivo desestabilizar países de nuestro Este, Norte y Sur.
La OTAN no busca la confrontación y no representa una amenaza para la Federación Rusa. Continuaremos respondiendo a las amenazas rusas y las acciones hostiles de manera unida y responsable. Reforzaremos significativamente la disuasión y la defensa para todos los aliados. No podemos considerar a la Federación Rusa como nuestro socio. Sin embargo, seguimos dispuestos a mantener abiertos los canales de comunicación con Moscú para gestionar y mitigar los riesgos, prevenir la escalada y aumentar la transparencia”.
En cuanto al “terrorismo”, la OTAN advierte que siguen siendo una amenaza en todas sus formas y manifestaciones: “Es la amenaza asimétrica más directa a la seguridad de nuestros ciudadanos y a la paz y la prosperidad internacionales. Las organizaciones buscan atacar o inspirar ataques contra los aliados. Se han expandido sus redes y mejorado sus capacidades con nuevas tecnologías que les proporcionan más alcance y letalidad”.
Otro de los principales preocupaciones de la OTAN de cara al futuro es China y el aumento de su influencia en el mundo, al considerar que emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su huella global y proyectar poder, “mientras permanece opaco sobre su estrategia, intenciones y desarrollo militar. Las operaciones híbridas y cibernéticas maliciosas de China y su retórica de confrontación y desinformación apunta a los aliados y daña la seguridad de la Alianza”.
La OTAN también se comprometió a luchar contra la “instrumentalización de la inmigración” para ejercer presión sobre otros países, posiblemente a raíz de los graves incidentes ocurridos recienmente en la frontera entre España y Marruecos.
El presidente de Estados Unidos (EU), Joe Biden, también se comprometió a aumentar el número de efectivos militares en territorio europeo, precisamente porque es la zona de los países de la OTAN que a su juicio está en mayor riesgo ante la escalada bélica en Ucrania.
Con información de: https://www.jornada.com.mx/