Bogotá, 24 de septiembre 2015.- El acuerdo sobre justicia transicional sellado por el gobierno colombiano y las FARC, que según ambas partes anuncia un cercano fin para el prolongado conflicto interno, generó ayer una oleada de optimismo y satisfacción, aunque también hubo advertencias sobre un riesgo de impunidad.
“Estos logros estimulan el esfuerzo de los equipos negociadores”, dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis Almagro, para subrayar después que “también fortalecen la esperanza de toda América de ver a Colombia en paz”.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y Rodrigo Londoño, alias Timochenko, máximo líder de las FARC, acordaron el miércoles en La Habana un plazo de seis meses como máximo para firmar la paz y anunciaron un sistema de justicia especial para los implicados en el conflicto, con beneficios para quienes admitan su responsabilidad.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, se unió ayer a las felicitaciones para ambas partes por un acuerdo que representa un “progreso significativo para alcanzar un acuerdo final de paz y colocar a Colombia más cerca aún de que termine el conflicto armado más largo del hemisferio”.
También el gobierno venezolano expresó su “más profunda y honda satisfacción” por el “histórico” acuerdo y subrayó que “la paz en Colombia es la
paz de Venezuela por la que tanto luchó y puso todo su empeño el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez”.
A esa línea se unió el gobierno de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que transmitió su “congratulación” a Colombia.
El gobierno de México de igual manera celebró el acuerdo alcanzado en La Habana, que, a su juicio, permite “avanzar de manera firme hacia la conclusión del proceso de paz” en el país sudamericano.
El presidente Enrique Peña Nieto externó su beneplácito por el acuerdo.
“Celebro los acuerdos alcanzados entre el Gobierno de Colombia y las FARC – EP”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter @EPN.
Asimismo, la Unión Europea y los gobiernos de Argentina, Bolivia, España, Noruega y Estados Unidos felicitaron a la guerrilla y al presidente Santos por el pacto alcanzado.
Excélsior
