Paso a desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | La Torre Eiffel cumple 133 años de vida.

Francia conmemoraría el centenario de su revolución, para engalanar los festejos, se realizaría la Exposición Universal, ello dio pie para que se publicara un gran concurso y se anunció la convocatoria.

Gustave Eiffel era Hijo de Alexandre Bönickhausen Eiffel y Catherine Melanie Moneuse.

Y fue quién creo un diseño que concebía tres conceptos; monumental, atractivo y democrático.

“Toda Francia debería de admirarla y concebirla como algo propio,

sumando que desde la torre se vería el mundo entero, y todo el mundo podría verla”. La torre se levantaría del suelo al cielo midiendo 300 m.El proyecto de la Torre de Eiffel fue el ganador en el concurso.

La base consiste en cuatro arcos que descansan sobre el mismo número de pilares situados en los vértices de un rectángulo.

La construcción de la torre no estuvo ajena a conflictos: hubo protestas en toda Francia. Reclamos en los que un grupo de artistas franceses firmaron una petición para que se derribara cuando la obra ya se levantaba

Los primeros trabajos iniciaron el 26 enero 1887 y el 31 marzo 1889 finalizó la construcción de la obra que causó la admiración de toda Francia y hoy es el símbolo más reconocido de esa nación.

Cuenta con escaleras y ascensores, se alzan tres plataformas a distintos niveles.

Destacan entre varios datos que, en la segunda guerra mundial, Hitler ordenó su destrucción, pero esa orden no fue obedecida.

Y de acuerdo a la biografía La verdadera vida de Gustave Eiffel, de Christine Kerdellant, antes de iniciar el proyecto de la torre, Eiffel conoció a la joven Adrienne Bourgès.

Ambos se enamoraron y pretendían casarse, pero el padre de ella impidió el matrimonio.

Después del triste desenlace, Eiffel se enfocó a otra pasión, la que sentía por el progreso; La Torre.

Y se cuenta –como leyenda urbana- que, en la torre, Gustave Eiffel diseñó la letra “A” de Adrienne, para inmortalizar sus sentimientos a la mujer amada.

Un dato más; México fue invitado a formar parte en la Exposición Universal y se crearon dos esculturas; Los Indios Verdes, para formar parte de la representación de nuestro país en el evento, pero al final, por su tamaño y su peso, decidieron no embarcarlas y aún hoy permanecen en México.

Cabe destacar que, en México, de acuerdo a los registros de MMATT Arquitectos, ha quedado la huella de Eiffel en El Puente del Arte o Puente de Fierro en Ecatepec; El Palacio de Hierro en Orizaba Veracruz y, la Iglesia de Santa Bárbara, en Santa Rosalía, Baja California.