Acervo | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | La desinversión de Citibank en México
En las recientes horas fue a dada a conocer la decisión del Grupo Financiero Citibank de que por así convenir a los intereses globales y por una estrategia de marca internacional habrá de retirar en el corto plazo su inversión realizada en México.
Aduciendo que Citibank ha vendido su red de operaciones de consumo financiero en América Latina y Asia, el conglomerado bancario con sede en Nueva York, Estados Unidos; dio a conocer el enfoque estratégico y administrativo que materializa la determinación de su Consejo de Administración para hacer un viraje dentro de la operación comercial de banca múltiple sobre suelo mexicano, misma que conllevó una ambiciosa fusión con el histórico Banco Nacional de México, BANAMEX.
Un tema de importancia que ejemplifica la representatividad que Citibanamex tiene al interior de la sociedad mexicana es que fuera de los Estados Unidos, nuestro país ha sido la nación en la cual han desarrollado una infraestructura amplia a nivel territorial que se patentiza en un total de 1,278 sucursales, 31,406 empleados, una red de 9,000 cajeros automáticos, con una consideración de máxima relevancia, como lo fueron los más de 2,000 millones de dólares en utilidades anuales en promedio, de acuerdo a las métricas de los últimos años.
Dentro de los diversos corredores de opinión en materia financiera han surgido análisis que cuestionan el porqué sí existe un éxito en las operaciones de Citibanamex en nuestra nación, se tomó la determinación de colocar en venta su inversión para extraer los capitales norteamericanos que nuevamente insisto, han sido sello característico de la historia contemporánea de la banca en México.
Frente a estas interrogantes y una vez que este servidor pudo encontrar interpretaciones robustas al tema, es que deseo poner a consideración de ustedes, el factor relativo de que, a pesar de las grandes cantidades de ingresos en la figura de las utilidades para Citibank, lo cierto es que las relativas a México han ido perdiendo terreno frente a otros países que factiblemente les permiten mejores proyecciones globales hacia el futuro en materia de captación de recursos. Un dato relevador al respecto, es que cuando Citi compró Banamex en el 2001, este banco era el más grande de México en cuanto a operaciones. Después de 21 años de esta adquisición Citibanamex decreció en este escalafón y hoy compite por ser el tercer lugar de representatividad nacional.
Puede existir también una coyuntura alineada a la normativa regulatoria del sistema financiero mexicano y al respecto, debe advertirse que Citibank factiblemente optó por ejercitar esta determinación corporativa con base en la incertidumbre que para este grupo empresarial representa el escenario posible de que se reanuden las iniciativas de ley que regulan al sector, como por ejemplo en las cuales se topan los montos de comisiones bancarias y las tasas de interés; estos supuestos no dejan de ser posturas de opinión, sin que sean definiciones públicas por parte de este clúster inversionista.
Al margen de estas últimas consideraciones, será importante medir los posicionamientos del régimen de gobierno en México, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de la propia Presidencia de la República y por el sector privado, de la Asociación de Bancos de México, que a través de sus voces autorizadas seguramente podrán ahondar en torno a su interpretación sobre esta decisión de Citibank.
Hoy por lo pronto, conforme a la legislación mexicana, todos los productos financieros que los cuentahabientes de Citibanamex tienen contratados, tales como cuentas de cheques, cuentas de inversión, créditos hipotecarios, tarjetas de crédito, seguros, afores y fondos de inversión se mantienen intocados y se ha publicitado que el banco garantiza su servicios de forma regular y plena, emprendiendo únicamente el proceso de calificación sobre las posibles ofertas de venta a los particulares interesados en adquirir sus activos bancarios en el marco de la regulación mexicana aplicable.