Acervo | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | Balance 2021 para Hidalgo, primera parte
Estamos a las vísperas de la navidad y este debe ser un motivo de esperanza social para rememorar el valor de la vida humana, así como de la unidad familiar que nos da una identidad natural dentro de nuestras comunidades. El 2021 ha sido sin duda, un año altamente complejo como lo fue el 2020, con la particular coyuntura en materia de salud pública, encontrándose presentes aún los efectos de la pandemia sanitaria ocasionada por el SARS-CoV-2.
Este ciclo supuso también un período de contracción económica, desencadenado igualmente por la presencia del COVID-19 en nuestras vidas que comprometió de manera importante el clima de inversiones y la movilidad de la economía de mercado tanto en la escala nacional como en lo local. Fue así como prácticamente todas las cadenas de valor tuvieron que reconfigurarse en aras de privilegiar su subsistencia por principio de cuentas y posteriormente migrar a nuevos modelos de proveeduría de bienes y servicios que les posibilitaran continuar con sus actividades de comercio en la condición mayormente cercana a como las realizaban previo a la aparición de la mayor crisis sanitaria de la historia de la humanidad.
Hidalgo y su sociedad pudimos constatar de igual manera, el acceso a los mecanismos de vacunación contra el COVID-19 que tanto los gobiernos federal y estatal coordinaron de la mano de las alcaldías a lo largo de los 84 municipios. Así, se pudo dejar constancia de como las y los hidalguenses nos allegamos de los diversos biológicos autorizados para estos efectos por parte de las autoridades sanitarias mexicanas para protegernos ante el virus que desafortunadamente ha cobrado la vida de más de 5 millones de personas a lo largo del mundo, siendo más de 290,000 defunciones las registradas oficialmente en México. Este año el recuerdo de cada mujer y hombre víctima mortal del Coronavirus vuelve a ser motivo de homenaje y culto continuado por parte del país y de esta entidad.
El 2021 deja también el balance de como socialmente pudimos reintegrarnos gradualmente a nuestras rutinas de desarrollo humano; lo mismo profesionales, educativas, a nivel de oficios, comerciales, religiosas, políticas, de esparcimiento, entre muchas otras. En ese sentido, al paso de los meses de este año fuimos conociendo de la directriz del sector salud para validar todas aquellas autorizaciones que posibilitaran a mujeres y hombres a que recuperáramos la denominada “nueva normalidad” según cada tiempo y circunstancia de una determinada actividad social.
Hoy por lo pronto, hacia la conclusión de este diciembre podemos asumir que nos encontramos en la posibilidad de haber emprendido de nuevo nuestros caminos de desenvolvimiento diario pero no podemos dejar de estar expectantes al avance de la pandemia con el matiz de la llegada de una nueva variante del COVID-19, en el nombre de OMICRON; que ha presentado ya a sus primeros casos en México, que aunque de forma aún aislada, no deben dejar de ser motivo de alerta y seguimiento conjunto entre sociedad y gobierno a través de sus departamentos sanitarios para preservar la salud pública del pueblo mexicano y particularmente del hidalguense.
Esta es una primera entrega que será concluida el próximo jueves 30 de diciembre con una segunda reflexión de lo que nos deja este 2021. Hago de este espacio de opinión, el idóneo para patentizar a ustedes estimados amigos lectores, los mayores deseos de parabienes en esta la nochebuena del 24 de diciembre y que la luz de la navidad irradie sobre ustedes y los suyos para que gocen de salud y que hagan de su fraternidad el mejor regalo en cada uno de sus hogares. ¡Muchas felicidades a México, a Hidalgo y a su gente! ¡Feliz Navidad!