El dragón de Komodo
El dragón de Komodo es un reptil que pertenece a la familia de los varánidos, es decir, grandes lagartos con cabeza pequeña, cola fuerte y patas gruesas.
Esta especie se ubica solamente en el archipiélago de Indonesia, que incluye las islas Komodo, Flores, Rinca y Padar.
Los ejemplares adultos viven en regiones de bosques tropicales y sabanas, pero igual pueden encontrarse en playas y lechos de ríos secos. Los más jóvenes viven en zonas boscosas hasta los ocho meses de edad.
Ocupa el primer lugar en ser el lagarto más grande del mundo, pues llega a medir hasta tres metros y pesar entre 70 y 91 kg. Es por ello que es un superdepredador de su hábitat.
El color de su gruesa y áspera piel escamosa varía del café al gris rojizo. Su larga cola, que llega a ser del tamaño de su cuerpo, es muy fuerte y musculosa. Un golpe con ésta resulta muy doloroso y peligroso. No posee orejas externas, pero en vez de eso, contienen unas aberturas que le permite escuchar, aunque no en buena calidad.
El sentido que mejor tiene desarrollado es el del olfato, pues increíblemente es capaz de detectar carroña o animales a punto de morir hasta 9.5 km de distancia. Esto también depende de la dirección del viento. En cuanto a la vista, puede ver a una lejanía de 300 metros.
Su lengua detecta sabores, estimulaciones y utilizan el órgano de Jacobson para orientarse en situaciones de total oscuridad. La saliva contiene una cantidad muy elevada de bacterias virulentas, y a pesar de creerse por años que esta era la que ocasionaba la muerte de sus presas, nuevos descubrimientos han revelado que el dragón de Komodo posee glándulas venenosas que expulsan tóxicos capaces de coagular la sangre y paralizar a sus víctimas.
No se sabe con exactitud si es el veneno solamente, la mezcla de ambas, o las bacterias que entran a través de las heridas abiertas lo que causa la muerte de los animales capturados.
Sus dientes de 2.5 cm de largo son afilados y su mordida muy potente, pues puede herir y debilitar a un animal más grande con tan sólo un contacto.
El dimorfismo sexual no es muy claro a simple vista, aunque el macho suele ser más grande que la hembra.
Alimentación del Dragón de Komodo
Debido a su gran tamaño y fuerza, son temibles para otros animales de su ecosistema. Se alimentan de carroña y también tienen la costumbre de emboscar a sus presas como aves y mamíferos de gran tamaño como cabras, cerdos, ciervos, jabalíes, caballos y búfalos.
Las víctimas pueden ser derribadas con tan sólo una mordida o por los golpes con la cola.
Reproducción del Dragón de Komodo
En épocas de apareamiento, los machos se enfrentan entre sí para que el ganador pueda copular con la hembra. Esta batalla sangrienta se realiza en posición vertical para el que caiga al suelo sea el perdedor.
Las hembras por su parte, emiten un olor en las heces fecales que indican que está en espera de macho. Estos se acercan a ella y si son aceptados, proceden a aferrar sus garras y a acoplar sus cuerpos. Luego de la actividad, el macho en algunas ocasiones permanece varios días con su pareja con el fin de evitar que esta tenga apareamientos con otros individuos.
La madurez sexual de las hembras es lograda después de los nueve años y en los machos a los diez.