Paso a Desnivel | Por: David Cárdenas Rosas | Pablo O’Higgins, el arte debe tener una función social.
Los murales de la Secretaría de Educación Pública y de la Escuela de Agricultura de Chapingo, creados por Diego Rivera, contienen el espíritu de Pablo O’Higgins.
Al lado de Rivera, Clemente Orozco Juan O´Gorman y Rufino Tamayo, el luchador social Pablo O`Higgins fue un importante representante del movimiento muralista mexicano, pese a haber nacido en Salt Lake City E. U.
El rebelde pintor, desde muy pequeño, al lado de sus padres vivió en San Francisco y en San Diego.
Su carácter se insubordinó ante los métodos tradicionales de aprendizaje y abandonó la Academia de Artes de San Diego en donde estaba matriculado.
A su salida de la academia montó un estudio acompañado de algunos amigos.
A través de fotografías conoció el mural La Creación de Diego Rivera, y su anhelo más ferviente fue contactarse con el tectónico pintor, lo logró, y a invitación expresa del comunista mexicano, viajó a México.
En 1924 llegó a nuestro país y comenzó a colaborar con Rivera, quien lo presentó a los demás artistas de su generación.
En la parte social Pablo O`Higgins fue atrapado por el México que renacía luego de la lucha revolucionaria y se sumó a las misiones culturales puestas en marcha por José Vasconcelos, lo que le permitió recorrer pueblos en Zacatecas, Durango e Hidalgo.
O`Higgins con su carácter determinado, tomó sus pinceles y declaró que el arte debe de tener una función social.
Junto con Juan de la Cabada, Silvestre Revueltas, Leopoldo Méndez, fundó la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios. El objetivo era contribuir a la cohesión de la clase obrera y enfrentar al imperialismo y al naciente fascismo.
Realizó el mural del Mercado Abelardo L. Rodríguez en la Ciudad de México, así como su Lucha obrera.
Luego, la agitación de su espíritu se rebeló una vez más y dio vida al Taller de Gráfica Popular. Su meta; hacer de este taller, un espacio de transformación social y alcanzar un auténtico arte colectivo.
Pablo O`Higgins realizó muy importantes litografías como Son Lupito, Trabajadores de la Construcción, Pescador con su hijo y el Chicharronero, por la que obtuvo el primer premio en el Salón Anual de la Pintura, Grabado y Escultura en el INBA.
En 1961, se le otorgo la nacionalidad mexicana con carácter honorifico.
Un hombre rebelde venido de lejos que dejó muy en claro que el arte debe de tener un compromiso social.
O’Higgins nació el 1 de marzo de 1904 y falleció en la Ciudad de México el 16 de julio de 1983.