Estigmatizar a la sociedad civil organizada, debilita la democracia y el tejido social: Consejo Supremo Hñahñu
- “La sociedad prefiere hacer donaciones filantrópicas, que pagar impuestos”
Ixmiquilpan, Hgo., a 21 de octubre de 2021.- Una de las necesidades humanas es sentir que contribuyes con la sociedad a mejorar con pequeñas acciones y es través de la filantropía que se aprende a dar a quien más lo necesita y sentir una verdadera satisfacción, estas acciones desinteresadas apoyan en problemas que el gobierno no quiere tocar, por el conflicto de intereses que provoca, explicó la presidenta del Consejo Supremo Anayeli Mejía Reséndiz.
Sabemos que como parte del Paquete Económico 2022, se incluyeron y aprobaron cambios en la ley del ISR que limitarán de manera sustantiva la deducibilidad de donativos y disminuirá los recursos que las ONG (Organizaciones no gubernamentales) podrán recibir para su operación. Los contribuyentes prefieren donar sus utilidades a una causa justa y no para el gobierno que de manera discrecional los utiliza para sus fines personales.
Este discurso ignora la dinámica de financiamiento y funcionamiento de la sociedad civil y desconoce que ya existen y se aplican múltiples mecanismos y normatividades para la fiscalización de las actividades de las organizaciones no gubernamentales.
Como es el caso del Consejo Supremo Hñahñu, que apoya a migrantes, mujeres violentadas y a las comunidades originarias, esta organización sin fines de lucro esta integrada por profesionistas quienes prestan sus servicios profesionales de manera filantrópica, y funciona con escasos recursos, que son aportaciones de los sus miembros activos, también se han recibido donaciones de las empresas Friederich Ebert, Kellogg’s, Pan para el mundo, Adenauer, Fucam, entre otras. No recibimos recursos de gobierno, señaló la presidenta del CSH, Anayeli Mejías Reséndiz.
La propuesta ignora que la sociedad civil ya informa sobre sus donaciones y es fiscalizada por el SAT. Por lo tanto, se corre peligro de que el procedimiento propuesto funcione como un medio de control político en lugar de un mecanismo de transparencia.
Las donaciones filantrópicas tienen la finalidad de promover actividades en las que el Estado no participa directamente o lo hace de manera insuficiente, pero que considera necesario apoyar. En 89% de los países se utilizan las deducciones de las contribuciones a organizaciones.
Como ejemplo de estas organizaciones están: La Cruz Roja, Green Peace, Teletón, la Fundación Politécnico, la Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, entre otras.
Es claro que las declaraciones que tratan de presentar a la sociedad civil como un cuerpo de organizaciones que buscan desestabilizar el país, mantener privilegios y aprovecharse de los recursos del Estado, son erróneas y tendenciosas y, como en el caso de los fideicomisos desaparecidos recientemente, tienen objetivos distintos a los que se proclaman.
Las organizaciones no gubernamentales son, en México y el mundo, instancias de participación social y democrática, promueven que la población se organice y que realice actividades con beneficios públicos tangibles. Sin lugar a duda estas organizaciones deben someterse a mecanismos de fiscalización —algo que ya ocurre—, pero estos de ninguna manera tienen que amenazar la independencia y funcionamiento de la sociedad civil organizada, debilitarla ni, tampoco, estigmatizarla.