Hidalgo

Pensar disruptivamente asegura un modelo de negocio exitoso

  • Ir más allá de lo convencional disminuye el riesgo de un fracaso.

Pachuca, Hidalgo, a 26 de abril de 2021.- En un mercado tan competitivo, ser disruptivo no es una opción sino una necesidad, para ello el pensamiento disruptivo se trabaja poco a poco para liberar la imaginación, y aunque es un proceso paulatino, logra metas exitosas y funcionales.

Así expresó Aland Escudero Ornelas, alumno de doctorado en la Universidad de Cardiff en Reino Unido, quien fue el ponente invitado del webinar “Pensamiento Disruptivo”, el quinto evento digital organizado por el Instituto de Desarrollo Profesional de Hidalgo (IDEPH).

El también máster en Manufacturing System Engineering and Management, describió que el Pensamiento Disruptivo es un modelo de negocio y no un producto, por lo que no importa que tan buenos sean los productos sino se llega al cliente de manera precisa para que sean consumidores potenciales.

Dijo que hay una tasa alta de fracasos en este tema, ya que muchas organizaciones no están dispuestas a salir de lo convencional y sin duda lo que aplasta a la innovación es el sentido común.

“No se puede presumir que el Pensamiento Disruptivo es o sea sinónimo de éxito ya sea en lo personal o profesional, es sólo una herramienta y sin duda un factor determinante en los resultados positivos que se logren”, puntualizó.

Escudero Ornelas consideró que la creatividad es innata y lo disruptivo es identificar la creatividad para jugar con factores que lleven a hacer lo contrario, que sea innovador, que rompa paradigmas.

“No es la solución a todos los problemas. Lo que sí es que se utilizará en momentos adecuados que sean parte de un arsenal de ideas creativas, para convertirse en un pensador más emocionante y más innovador,  para lograr la disrupción se necesita salir de la zona de confort, la disrupción es constancia, son retos”, precisó.

Comentó que desde pequeños se pueden desarrollar esos pensamientos disruptivos, por ello es importante predicar con el ejemplo y crear ese hábito, sin límites de creatividad e incluirlos en proyectos como familia para que tengan iniciativa, propongan, realicen trabajos en equipo, cuyos comportamientos propositivos sin duda los llevarán a las aulas y en sus vidas diarias.

Finalmente mencionó algunos consejos para entrenar el pensamiento disruptivo como leer, llenarse de conocimientos distintos a nuestras áreas, estar cerca de personas emprendedoras, aprender varios idiomas para abrir la mente y entender otras culturas y formas de pensar, con ello romper las cadenas del sentido común.

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