¿Se te secan mucho las manos y te da comezón? Podrías tener eccema
La resequedad de manos podría ser síntoma de una enfermedad que afecta la piel y es común en adolescentes: te explicamos qué es el eccema.
La piel reseca puede ser causada por la temperatura ambiental, la humedad, el contacto con agua caliente, el uso de algunos jabones o la deshidratación.
Sin embargo, la piel seca no es grave y suele aliviarse al utilizar alguna crema humectante y cambiar algunos hábitos.
En algunos casos, la resequedad no se elimina y aparece acompañada de enrojecimiento, picazón, manchas en diferentes partes del cuerpo o costras causadas por las heridas de la piel.
Cuando la resequedad se convierte en un síntoma frecuente puede tratarse de dermatitis atópica o eccema.
La eccema es común en niños menores de 5 años, pero puede extenderse o presentarse a cualquier edad y suele aparecer con enfermedades como el asma o la rinitis alérgica, pero no es contagiosa.
A pesar de ser una enfermedad crónica, la piel reseca puede controlarse con la aplicación de humectantes de manera constante.
Sin embargo, hay casos de eccema en los que la picazón no deja dormir a las personas, impide realizar tareas cotidianas, las heridas se infectan o los síntomas no desaparecen a pesar de humectar la piel constantemente.
En esos casos, se debe acudir al dermatólogo para que brinde un tratamiento adecuado para la enfermedad.
Causas
El organismo tiene un factor de protección para la piel que combate las bacterias, los irritantes y ayuda a conservar la humedad en la dermis.
Las personas con eccema no tienen esa protección y es por eso que la piel se reseca, pero la enfermedad está vinculada a un factor genético.
Esto quiere decir que las personas con eccema tienen una variación en los genes que impide que la piel genere el factor de protección, lo cual la vuelve más sensible y propensa a afectarse por bacterias u otras amenazas externas.
Al tratarse de un factor genético, las probabilidades de padecer la piel reseca aumentan si algún familiar directo tiene antecedentes de eccema.
Prevención
A pesar de que el eccema es un padecimiento hereditario, hay algunas acciones que se pueden tomar para evitar la resequedad.
Humectar la piel dos veces al día e identificar los elementos que resecan la piel (jabones, polvo, polen, detergentes) son los factores principales para evitarla.
No pasar mucho tiempo bajo el agua de la regadera y disminuir la temperatura de la ducha también ayuda a evitar la resequedad.
Usar jabones suaves o neutros, así como tratar la piel de manera delicada y no secarla bruscamente ayudarán a mantenerla sana.
Tratamiento
El eccema no tiene cura; sin embargo, dependiendo de los síntomas de los pacientes o del grado de resequedad, se pueden aplicar diferentes tratamientos.
Los dermatólogos recetan inhibidores de comezón y humectantes en ungüento para tratar las zonas afectadas, que suelen ser las manos, pies, tobillos, cuello, parte interna de los codos o las rodillas.
En caso de infecciones o inflamaciones graves, también se recetan antibióticos y corticosteroides durante períodos cortos.
Existen tratamientos más agresivos y experimentales, pero solo son controlados por expertos.
En caso de sospecha de eccema, es importante acudir con un dermatólogo para que brinde un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Con información de: https://www.vix.com/es/salud