Es considerado como uno de los más grandes insurgentes.
En su honor, por Decreto 207, el 9 de abril de 1829 se rebautizó a la localidad de Villa de Santa María de los Lagos, como Lagos de Moreno, en Jalisco. Hablamos hoy, de Pedro Moreno.
El héroe mexicano un poco olvidado en “la noche del grito de independencia” comandó varias batallas contra las tropas realistas. Su fuerza de combate eran hombres que simpatizaban con su pensamiento independentista.
Pedro Moreno, rico hacendado, enfrentó a los realistas para que La Nueva España, ya no fuera un apéndice de la península europea.
Nació en la Hacienda de La Daga, la cual se encuentra en lo que hoy se conoce como Lagos de Moreno, Jalisco.
Sus primeras lecciones las tuvo en el Seminario de Guadalajara; a fines del siglo XVIII regresó a su tierra natal y se dedicó al comercio.
El Hacendado, encaminó también sus esfuerzos a actividades en favor de la independencia mexicana luego de conocer el levantamiento del cura Hidalgo.
Moreno se hizo sospechoso a los ojos de las autoridades españolas, y lo señalaron como traidor al rey.
Moreno, acompañado de un ejército irregular, utilizó la velocidad en sus ataques contra los realistas, y creo su centro de operaciones en el Fuerte del Sombrero, desde el cual incursionaba por el Bajío y Los Altos.
Fue en ese fuerte en donde recibió al navarro, Javier Mina, y ambos resistieron a las tropas del comandante Pascual Liñán.
Una noche después de rechazar numerosos ataques realistas en ese fuerte, Mina dio orden de evacuarlo, salió el jefe mexicano el 15 de agosto de 1817, la columna fue descubierta y atacada.
Pocos lograron escapar, pero los que volvieron al fuerte, fueron ejecutados al día siguiente. Moreno se reunió nuevamente con Mina, y juntos en el bajío sostuvieron varios encuentros contra los soldados del virrey.
El Fuerte del Sombrero. Caída de Pedro Moreno y Francisco Javier Mina.
Mina y Moreno, enfrentaron a los realistas que a sangre y fuego atacaron al Fuerte del Sombrero, donde sitiaron por más de dos meses a la insurgencia, Pedro Moreno y Mina se refugiaron en el rancho de «El Venadito», donde fueron atacados el 27 de octubre, muriendo y siendo decapitado Pedro Moreno.
También fue capturado Francisco Javier Mina, por el coronel Francisco de Orrantia, quién el 28 de octubre, entró en Silao, Guanajuato, con Mina prisionero y la cabeza de Pedro Moreno clavada en una lanza. Así fue el triste final de Pedro Moreno.
Pedro Moreno, un hombre con el ideal de libertad y que a veces es olvidado por la historia.
