Análisis | Por: Pedro Luis Noble Monterrubio | Necesaria certidumbre económica para 2021
Estamos concluyendo la primera quincena de este año 2021 y con el azote de contagios por COVID19 que alcanza niveles máximos de ocupación hospitalaria para su atención en Hidalgo y en México sorteamos el inicio de este ciclo anual con diversas perspectivas en rubros ligados a nuestro diario desarrollo.
La agenda social asume como prioridad impostergable la reactivación económica generalizada en el consumo de bienes y servicios, así como a la apuesta a las inversiones, sin dejar de soslayar tópicos tan relevantes como la consecución de empleos formales, la continuación de la apuesta en el sector educativo, el combate a la criminalidad y el fortalecimiento a la seguridad pública, la disminución de precios de gasolina, gas lp y energía eléctrica, entre muchos otros.
En este 2021, se deberá privilegiar fundamentalmente la interlocución y los acuerdos entre sociedad y gobiernos en sus tres órdenes, para posibilitar esquemas de mitigación de esta crisis económica que se agrava día a día en detrimento de miles de ciudadanos quienes en sus facetas de industriales, empresarios, prestadores de servicios, profesionistas, trabajadores o personas con oficios, solicitan el acompañamiento decidido de sus autoridades para formalizar esquemas de apoyos económicos vía reducción de impuestos y otorgamiento de créditos que doten de liquidez a las diversas unidades de negocio que estos operan, así como a la autorización administrativa para que bajo determinados protocolos de cuidado sanitario se les posibilite mantener sus operaciones sin que sean clausurados sus establecimientos, despachos, oficinas y locales comerciales.
Afortunadamente en Hidalgo contamos con gobiernos municipales como los de la región metropolitana de la capital que han establecido una coordinación estrecha con el Gobierno del Estado para delinear acciones estratégicas que contengan la cadena de contagios y por otro lado situándose en mesas de dialogo con la iniciativa privada, están esquematizando distintas soluciones a lo que se ha colocado en la agenda prioritaria para estos efectos. Para los meses subsecuentes el reto debe ser el privilegiar la estabilidad fiscal, fortalecer el rol de la banca de desarrollo y controlar los subejercicios en el gasto gubernamental, por citar solo ciertos ejemplos.
Asimismo, para México como federación, se le abre una coyuntura bilateral muy importante con la llegada de Joe Biden a la presidencia de los Estados Unidos, cargo al que rendirá protesta el próximo miércoles 20 de enero. Habrá que capitalizar esta oportunidad de reacomodo de fuerzas norteamericanas para ejecutar a fondo el T-MEC, acelerando inversiones y detonando exportaciones desde México. La libre empresa y la recuperación de la economía mexicana está en juego, quienes emprendemos algo en cualquier monto de inversión requerimos de certidumbre en la definción de la política económica del actual régimen de gobierno federal. Las inversiones con certidumbre generan el crecimiento del país.