- La organización Mujeres en Movimiento busca crear políticas que deriven en seguridad para las mujeres
CIUDAD DE MÉXICO, 01 de noviembre del 2020.- Uno de cada dos viajes que se hace en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es realizado por mujeres, de acuerdo a la Encuesta de Origen-Destino (EOD) en Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de 2017, sin embargo, la movilidad no están diseñada para hacer que las mujeres se sientan seguras y cómodas en cada uno traslado.
Para contrarrestar el fenómeno, en 2017, en el Foro Internacional de Transporte en Lepizig, Alemania, se convocó al foro Women Movilice Women (Las Mujeres Movilizan a las Mujeres), en donde un grupo de mujeres de América Latina en posiciones de liderazgo se dio cuenta que, en sus países, enfrentaban retos para impulsar una agenda general y de movilidad con perspectiva de género.
“Enfrentábamos violencia política de género y necesitábamos una red de apoyo”, narró a Excélsior Daniela Chacón, exvicealcaldesa por el Concejo Metropolitano de Quito, Ecuador.
En ese ese momento, Chachón y mujeres de México, Colombia, Costa Rica, Chile, Argentina, Ecuador y España crearon Mujeres en Movimiento, una organización que tiene como objetivo urgente promover el desarrollo de mejor infraestructura para el transporte que responda a sus necesidades, así como construir espacios seguros y libres de acoso.
“Las rutas de transporte y las políticas de movilidad no se diseñaron pensando en las necesidades de las mujeres y esta situación que debe cambiar”, afirmó Laura Ballesteros, secretaria global de Mujeres en Movimiento y exsubsecretaria de Planeación de la Secretaría de Movilidad en la Ciudad de México.
Ballesteros criticó que a pesar de que 65 por ciento de los viajes que hacen las mujeres en la ZMVM son en transporte público o caminando, no existe una infraestructura sustentable y segura.
“Las mujeres hacemos entre cuatro o cinco viajes al día, mientras que los hombres hacen en promedio dos. Por eso se tienen que crear vías más iluminadas, transitables, banquetas amplias con intersecciones seguras, con bancas, espacios para descansar, con botones de pánico y cámaras, así como más ciclovías”, explicó.
En la capital, Ballesteros impulsó la Ley de Movilidad local, que reconoce la movilidad como un derecho y estableció como prioridad a los peatones. Como subsecretaria de Movilidad, aplicó la ley mediante políticas públicas especializadas en la movilidad no motorizada.
Durante (2017-2018) la gestión de Paola Tapia (otra miembro de Mujeres en Movimiento) como ministra de Transportes y Telecomunicaciones de Chile se logró aumentar a 18 mil el número de operadoras de transporte público en ese país ya que esa es otra estrategia para lograr la equidad, dijo.
“Casi alcanzamos el 4% del total de conductoras. Le dimos una cara distinta al transporte público, ya que de acuerdo a estudios del Banco Interamericano de Desarrollo, una mujer se siente más segura si la conductora es otra mujer: consideran que conducen mejor y es más cálida la atención. Esto lo piensan también los hombres”, explicó Tapia.
También impulsó servicios nocturnos de autobús con horarios fijos de pasada.
Por su parte, Daniela Chacón instauró en Quito la estrategia Cuéntame cuando estuvo en el Consejo Metropolitano, en 2014.
La idea surgió en una mesa de trabajo con el alcalde cuando, al tocar el tema de seguridad, ella relató una de las experiencias de acoso que más la impactó.
“Los funcionarios se quedaron en shock, porque no dimensionaban la magnitud de este problema”, contó.
El proyecto consistió en colocar cabinas con personal entrenado por ONU Mujeres para dar contención emocional a las mujeres que acaban de ser acosadas; además daban acompañamiento legal a quienes querían presentar una denuncia penal.
Lo trascendente es que su programa se mantiene, ahora bajo el nombre de Bájale al Acoso y se pueden hacer denuncias en SMS o a través de una aplicación.
Con información de: https://www.excelsior.com.mx/
