14 de septiembre del 2020.- No hubo duda en Joan Manuel Serrat ante el encargo de contribuir al centenario del poeta Mario Benedetti, trazando una antología de quien fue su colaborador y amigo.
El Instituto Cervantes de Madrid acogió este lunes la presentación de la «Antología Poética», a la que asistieron Serrat y otras figuras de la música, como Joaquín Sabina, Vanesa Martín, Rozalén, Ismael Serrano y Marwan, o de la literatura como Juan Cruz y Benjamín Prado.
Sabina, en lo que supuso su primer acto público desde su hospitalización en febrero, aseguró que nadie mejor para trazar este libro del uruguayo que su compañero de fatigas.
«Como él, Joan Manuel es tan intérprete de la gente, late tan a su ritmo, que ha hecho la antología que cualquier lector de Benedetti hubiese hecho», señaló antes de leer en público «Los Formales y el Frío».
Pilar Reyes, la directora del sello que edita el libro, Alfaguara, dejó claro que Serrat asumió la tarea de esta selección primero con determinación y luego con criterio, pues fue él quien quiso que en vez de temáticamente, se organizara cronológicamente.
«No vi una solución mejor, la dimensión temática no da visión de lo que le estaba pasando, pero siguiendo su relato biográfico puedes entenderlo, especialmente a un poeta tan cotidiano como es él. Es el poeta en su tiempo, desde los primeros libros hasta los últimos en 2008», explicó Serrat.
El catalán, que vivió el exilio como el uruguayo, confesó que durante la realización de este arduo encargo pasó momentos realmente malos al revivir situaciones que eran comunes a ambos y recordó cómo fue trabajar con él en el disco El Sur También Existe (1985).
«No buscaba la tribuna ni el relumbrón, pero la consiguió a través de canciones, convirtiéndose probablemente en el poeta en español más musicado», dijo sobre Benedetti.
«Fue alguien que vio en la canción un arte. Él solo debía modificar el planteamiento literario, simplificar el oropel poético en pos de una estructura cantable, porque Mario venía cantado de fábrica», subrayó el músico que también ha puesto melodía a Antonio Machado y Miguel Hernández.
Suya fue la última intervención para releer a Benedetti, ocasión para la que escogió los versos finales de su antología, «Soneto de la que Fue», dedicados a la que fuera la esposa del poeta, Luz López Alegre.
Con información de: EFE
