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Covid-19 y caída de sector primario genera incertidumbre en ciclo agrícola primavera-verano 2020.

México, 26 de abril del 2020. El Presidente de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, Isidro Pedraza Chávez, advirtió que en plena fase 3 de la pandemia Covid-19 e inicio del ciclo agrícola Primavera-Verano 2020, el sector primario enfrenta una caída de (-)5.7% en febrero y se prevé que en marzo y abril sean más grandes las caídas, y se suma la incertidumbre entre los pequeños y medianos agricultores por no contar con recursos suficientes para compra de insumos para la siembra y contratar  mano de obra de jornaleros.

Además los centros de distribución como son las centrales de abasto incluida la de la Ciudad de México y la merced se prevé que comiencen a cerrar sus bodegas y locales de venta de productos agrícolas. Una investigación de la Escuela de Economía del IPN revela que en México aumente 14.2% cifra de pobres en 2021, es decir, 7.8 millones más de pobres para sumar 60.2 millones de personas, mencionó.

Ante ello, el dirigente de la UFIC, pidió sensibilidad al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, para instrumentar un programa de rescate para la agricultura de granos básicos y no esperar a que termine la contingencia sanitaria.

Urge, resaltó, la reconstrucción del sector agropecuario que fortalezca la agricultura campesina dentro de un proceso de cimentación de la soberanía y autosuficiencia alimentaria pues en México actualmente importamos el 43% de nuestros alimentos lo que nos coloca en una situación de vulnerabilidad al no poder asegurar los granos básicos que consumimos, principalmente maíz, trigo, frijol y arroz.

En mensaje a medios, Isidro Pedraza Chávez, hizo ver que los productores están preocupados por los insumos para sembrar en estos días y también han tenido problemas para encontrar trabajadores, porque nadie quiere salir, lo que seguramente encarecerá la mano de obra.

Además, derivado de reducción en los salarios y el riesgo de perder el empleo entre los trabajadores migrantes en Estados Unidos, debido a la crisis inducida por la pandemia de Covid-19 implicarán una caída de 20 por ciento en los flujos de remesas durante 2020.

Esta caída representa la pérdida de “financiamiento crucial para muchos hogares vulnerables en el sector rural y esta baja, no sólo implica un deterioro en los ingresos de los hogares, también su caída.

Y por otro lado, agregó, tendrán bastantes problemas para comercializar sus productos, pero eso lo veremos a partir de finales del próximo mes y dependerá mucho de que tan rápido se regularicen las actividades económicas, comentó.

Por ello, insistió, es fundamental que se garantice la autosuficiencia y soberanía alimentaria apoyando a los pequeños productores y reorientando los recursos públicos hacia la apertura de mercados de comercio justo y medios de distribución de producción local para que los trabajadores rurales puedan ofrecer sus productos ya que en tiempos de crisis como la que estamos viviendo con el  COVID-19 confirmamos que el acceso a los alimentos producidos localmente es estratégico y en México aún estamos alejados de esa realidad.

“Es urgente impulsar políticas públicas que beneficien al campesinado mexicano que actualmente sufre los estragos de la pobreza en la que se encuentran”, destacó el dirigente de la UFIC.

Prueba de la necesidad de los campesinos es que los beneficiarios del programa del Gobierno Federal denomiando ProAgro, tuvieron que espera para hacer efectivo el pago de éste, en distintos lugares de Oaxaca y llevan dos días haciendo fila a las puertas de un banco ubicado en el Centro Histórico para poder alcanzar 1 de las 250 fichas disponibles que está proporcionando la empresa como parte del protocolo de sanidad por COVID-19. Los campesinos tuvieron que dormir en la calle y ante la inclemencia del tiempo para no perder su lugar.

En cuanto a la distribución de alimentos, desde el 19 de abril, dos días antes de decretarse la Fase 3 por la contingencia, decenas de bodegas en la Central de Abasto comenzaron a bajar sus cortinas.

El problema se agrava en la nave O-P, donde la mayoría de las bodegas dedicadas a la venta de papa, cebolla y chile están cerradas, y en menor proporción les siguen las Q-R, M-N e I-J.

Diariamente, por la Ceda circulan 500 mil personas, se comercializan 60 mil toneladas de productos y arriban 70 mil vehículos. Además, el pasado sábado en la zona comercial de La Merced se encuentra libre de comerciantes en vía pública y establecidos, con el fin de evitar la propagación del Covid-19, concluyó.

Mencionó el dirigente de la UFIC que el INEGI reportó la reducción mensual de 0.2 por ciento en la economía nacional y con cifras desestacionalizadas se registró la contracción de 5.7 por ciento de las actividades primarias, que incluye la agricultura, ganadería y pesca. Esta contracción resalta, ya que estas actividades tienen un peso de 3 puntos porcentuales en el PIB y es el mayor descenso reportado en los tres últimos años.

Recordó que el periodo de siembras del ciclo primavera/verano comienza en abril y finaliza en septiembre del mismo año. Generalmente las primeras cosechas de este ciclo inician en el mes de junio y concluyen en marzo del año subsecuente.

En México casi tres cuartas partes de la superficie agrícola se destinan a cultivos del tipo cíclico, 54 por ciento para Primavera/Verano y 17 por ciento para Otoño/Invierno, el 29 restante es superficie destinada a cultivos del tipo perenne, concluyó.

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