Cómo sería la Semana Santa rarámuri si no hubiera pandemia.
- Estas son algunas curiosidades de su ceremonia, un sincretismo de culturas que resalta la lucha del bien y del mal, y que se celebraría a la par de la Semana Mayor, si no fuera por la Covid-19
Los rarámuris también celebran la Semana Santa pero a su manera: mezclando la creencias cristianas con sus tradiciones ancestrales. Ellos habitan la Sierra Tarahumara, donde se formaron las profundas y espectaculares Barrancas del Cobre, en el estado de Chihuahua.
La Semana Santa rarámuri es una más de las celebraciones que fueron canceladas para evitar la propagación de la Covid-19, pero nunca está de más aprender unas cuantas curiosidades sobre esta etnia y su celebración.
1. La Semana Santa rarámuri se llama Comonorirawachi: “cuando caminamos en círculos”.
2. Justo en estos días comienza un nuevo ciclo agrícola para la etnia.
3. Los días más importantes para ellos son de jueves a sábado (del Jueves Santo al Sábado de Gloria para los cristianos).
4. No se trata de una ceremonia tradicional que conmemora la vida y muerte de Jesucristo, sino de una representación de la lucha del bien y del mal, principalmente.
5. El tesgüino (bebida de maíz fermentado) es el elemento esencial en las ceremonias. Es el regalo de Onoruame o Tata Dios a los rarámuris, explicó en una entrevista que dio hace tiempo para EL UNIVERSAL, Gustavo Lozano, guía experto de las Barrancas del Cobre. El tesgüino se ofrece al dios Sol, a la Luna, a los cuatro puntos cardinales.
6. Las danzas, al ritmo de la flauta y el tambor, no paran durante días. Hay un estado de euforia constante. No comen, solo beben tesgüino.
7. En la ceremonia del Comonorirawachi se forman dos bandos: soldados y pintos (hombres todos): el bien y el mal respectivamente. El último día se enfrentan en una lucha simbólica.
8. Los pintos se decoran el cuerpo con lunares blancos o, de plano, se pintan por completo. Muchos solo llevan taparrabo, usan cuernitos, plumas de guajolote, paliacates y, a veces camisas de colores vibrantes, según la comunidad a la que pertenezcan. Y para demostrar que son realmente malos hacen una que otra travesura a los espectadores.
9. También hay un Judas, al que llaman chabochi, “el hombre blanco” o el mestizo, el que también representa el mal. Lo fabrican de paja para después vociferar contra él en su propia lengua y quemarlo.
10. El sábado, además de la quema de Judas, salen a pasear de los sencillos templos de la sierra, las imágenes de Cristo y de la Virgen, en comunidades como Guachochi y Norogachi (a tres horas del Pueblo Mágico de Creel).
11. Las mujeres preparan la comida y son espectadoras portando su colorida vestimenta tradicional.
12. Generalmente, la mayoría de las comunidades permite la presencia de viajeros en sus ceremonias de Semana Santa y hasta los dejan participar en sus danzas, siempre y cuando vayan acompañados de algún miembro de estas comunidades, nos aclaró Gustavo Lozano.
Con información de: https://www.eluniversal.com.mx/