El coronavirus genera diversos síntomas en quienes se contagian de la enfermedad.
Además, es posible que tenga diversas implicaciones en el organismo, siendo los pulmones una de las áreas más afectadas. Estos son los daños que pueden tener estos órganos a causa de la afección.
El COVID-19 no se desarrolla de la misma forma en todas las personas.
El médico John Wilson, especialista en enfermedades respiratorias del Royal Australasian College of Physicians, explicó en una entrevista que existen 4 tipos de pacientes.
Los primeros son aquellos considerados como los menos graves. Se trata de los pacientes que no desarrollan ningún síntoma e incluso la enfermedad puede pasar desapercibida.
Luego siguen los que experimentan molestias leves: un poco de tos, fiebre durante algunos días y ligeros dolores de cabeza.
Posteriormente se encuentran las personas que tienen síntomas muy similares a los de una gripe, pero más fuertes, como fiebre alta, tos persistente y dolor de cabeza intenso. En este caso es posible que se requiera atención médica.
Finalmente está el grupo 4, que es el menos común, pero que resulta más grave.
Se trata de los enfermos que presentan síntomas severos y que tienen mayor probabilidad de desarrollar neumonía. Estos pacientes pueden necesitar hospitalización.
Son los pacientes del grupo 4 quienes pueden sufrir un daño significativo en los pulmones. El doctor Wilson esclarece qué es lo que sucede en este órgano cuando se contrae COVID-19.
¿Qué le pasa a los pulmones con el coronavirus?
Con el coronavirus, el revestimiento del árbol respiratorio se lesiona y eso causa inflamación.
A la vez, esto genera irritación en los nervios que cubren las vías respiratorias, lo que puede resultar en tos persistente y fiebre.
Si esto empeora, no sólo las vías respiratorias se ven comprometidas. El problema pasa a las unidades de intercambio de gases, que se encuentran al final de los conductos aéreos.
Si esa área se infecta, el cuerpo responderá vertiendo material inflamatorio (fluidos) en los alvéolos que se encuentran en el fondo de nuestros pulmones, lo que deriva en una neumonía.
Cuando los pulmones se llenan de material inflamatorio, son incapaces de llevar el oxígeno suficiente al torrente sanguíneo, reduciendo la capacidad del cuerpo para tomar oxígeno y eliminar el dióxido de carbono.
Los pacientes con molestias leves o intermedias no desarrollarán consecuencias graves en los pulmones, pero es probable que quienes se localizan en el grupo 4 sí los tengan.
Es en estos casos cuando se requiere atención médica. Incluso, algunas personas necesitan de respiradores.
Es por eso que los médicos recalcan la importancia de seguir las medidas cautelares de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y no acudir al hospital si los síntomas son leves, para que así los profesionales de la salud puedan atender a los casos más severos.
Con información de: https://www.vix.com/
