De acuerdo con expertos, jugar videojuegos favorece el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y profesionales en los jóvenes, tales como navegación espacial, razonamiento, negociación, concentración, trabajo en equipo y comunicación.
Isabela Granic, de la Universidad Radboud de Nimega en Países Bajos, refiere que con los videojuegos de disparos, mejor conocidos como shooters, se mejora la capacidad para visualizar objetos en tres dimensiones.
«(Lo anterior) tiene implicaciones cruciales para la educación y el desarrollo profesional», aclara. «Investigaciones anteriores han determinado la relevancia de las habilidades espaciales para el estudio de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas».
A esto se suma el incremento de la capacidad creativa, la adaptabilidad, el pensamiento crítico y el aprendizaje reflexivo, así como de habilidades creativas, en tanto que los jugadores se enfrentan a numerosos retos que los obligan a pensar en nuevas formas y sentidos a fin de pasar los desafíos, según el estudio Video games can develop graduate skills in higher education students: A randomised trial, elaborado por la Universidad de Glaslow, en Escocia.
En esta investigación se señala que se trata de competencias solicitadas por el mercado laboral actual, lo que incrementa sus oportunidades de empleabilidad de los jóvenes.
«A menudo, los videojuegos modernos requieren que los jugadores se adapten, sean ingeniosos y que encuentren múltiples formas de realizar una tarea», explica Matthew Barr, docente de la Universidad de Glaslow.
En ese mismo sentido, en el texto Video games can turn university graduates into better employees se indica que algunos juegos demandan a los participantes comunicarse efectivamente con otros individuos para coordinar estrategias y superar los obstáculos que se presenten.
De acuerdo con James Gee, profesor de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos, los videojuegos implican horas de concentración y de poner en práctica habilidades lectoras y visuales.
Mientras que Ian Glover, de la Universidad de Sheffield Hallam, en Inglaterra, resalta que los jóvenes en su afán de subir de nivel o de obtener las recompensas de un desafío se retan a mejorar para conseguir sus objetivos a la brevedad.
