Líderes de la UE chocan sobre su primer presupuesto pos-Brexit.
Bruselas, 20 de febrero del 2020. Los mandatarios europeos reafirmaron este jueves sus diferencias sobre su primer presupuesto común sin el Reino Unido, dejando planear la incertidumbre sobre el éxito de una cumbre que debe poner cifras a sus ambiciones climáticas, militares y tecnológicas.
«Los últimos pasos para lograr un acuerdo son siempre lo más difíciles, pero todo está sobre la mesa para tomar una decisión», dijo un optimista presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, al inicio de la cumbre.
Sobre la mesa estará su propuesta de un Marco Financiero Plurianual 2021-2027 (MFP) de mil 094 billones de euros, es decir, 1.074 por ciento de la Renta Nacional Bruta (RNB) del bloque, que no acaba de convencer a todos.
Los mandatarios son así menos optimistas. Para la canciller alemana, Angela Merkel, «el equilibrio entre los contribuyentes netos (aquellos que pagan más de lo que reciben) aún no se negoció correctamente».
La advertencia no es baladí. Alemania es el principal contribuyente al presupuesto de la UE y otros contribuyentes netos, apodados los Cuatro frugales, avanzaron que no se moverán del 1 por ciento y que quieren sus «cheques».
Estas devoluciones de dinero desde las arcas comunitarias, plasmada en la frase de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher «Devuélvanme mi dinero» y a las que se opone Francia, pesarán también en la balanza final.
«No podemos aceptar un alza tan importante de nuestras contribuciones», aseguró el primer ministro sueco, Stefan Löfven, cuyo país forma parte de los «frugales» junto a Austria, Países Bajos y Dinamarca.
«Mundo peligroso»
El presupuesto 2021-2027 centra la reunión, pero, más allá de los porcentajes, los europeos tienen entre manos el alcance del impulso que quieren dar a una Unión Europea (UE) tras varias crisis.
La marcha en enero del Reino Unido, potencia económica y militar, dio la puntilla a una UE, donde las divisiones norte-sur, por la crisis económica, y este-oeste, por la migratoria, siguen patentes.
Y todo ello en un contexto mundial en el que el Estados Unidos de Donald Trump presiona en el frente comercial, China representa un riesgo tecnológico y Rusia sigue siendo la principal inquietud a las puertas de la UE.
«Vivimos en un mundo peligroso. La UE tiene que estar más presente y eso requiere recursos», aseguró el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, criticando la poca «ambición» en seguridad y defensa.
La Comisión Europea aboga por una nueva estrategia de crecimiento basada en la lucha contra el cambio climático y desarrollar los sectores tecnológico y militar, sin olvidar las políticas tradicionales como la agrícola.
Y aunque la titular de la Comisión, Ursula von der Leyen, celebró la propuesta de Michel, esta está lejos de mil 114 por ceinto del RNB que estimó en 2018 el ejecutivo de su predecesor Jean-Claude Juncker.
«Mejorar» la agricultura
Encajar todas las piezas del rompecabezas del MFP no parece fácil, en un contexto en que la marcha del Reino Unido representa una pérdida de 12 mil millones de euros anuales en las arcas comunitarias.
Alemania y otros países ricos quieren que se prioricen las partidas destinadas al Pacto Verde europeo, a la protección de fronteras o a la tecnología, las nuevas prioridades fijadas para la Comisión Europea.
Pero otros, como Francia y España, ponen el foco en la Política Agrícola Común (PAC), una partida clave para los agricultores, que este jueves protestaron en Bruselas por los recortes planeados por Charles Michel.
La propuesta es «altamente decepcionante»,indicó el mandatario español Pedro Sánchez, mientras que el francés Emmanuel Macron aseguró a su llegada que «luchará para mejorarla».
La agricultura es un asunto sensible para ambos. En España, Sánchez está bajo presión y un acuerdo visto como malo podría dañar la imagen de Macron, días antes del inicio del popular Salón de la Agricultura el sábado.
La PAC y los fondos de cohesión, destinados a las regiones menos desarrolladas, representan 69 por ciento del actual MFP 2014-2020. En la propuesta del presidente del Consejo Europeo pasarían 59 por ciento.
Los Amigos de la Cohesión, que reúne a 16 países del este y del sur, quieren que estas ayudas se mantengan al mismo nivel, asegurando que también benefician a los países más desarrollados.
Pese a las posiciones distantes, que parecen frenar un acuerdo en esta cumbre, el objetivo sigue siendo de alcanzar un acuerdo en las próximas semanas, que permita una ratificación por la Eurocámara a tiempo.
Con información de: Afp