El arte de volar que fascinó a Da Vinci
23 de junio 2015 – Las ideas de Leonardo da Vinci sobre el vuelo, concebidas hace más de 500 años, son determinantes para la aeronáutica en el mundo actual.
Entre 1485 y 1515, el artista del Renacimiento creó alrededor de 500 bocetos en cuadernos y hojas sueltas referidas al tema, como describe el investigador y curador John T. Spikeen los textos de la exposición Leonardo da Vinci y la idea de la belleza.
La obra más completa entre cuantas investigaciones hizo al respecto es el Códice sobre el vuelo de las aves, una de las piezas centrales de la exposición Leonardo da Vinci y la idea de la belleza, que será inaugurada este jueves en el Palacio de Bellas Artes, a la par de Miguel Ángel Buonarroti. Un artista entre dos mundos.
Proveniente de la Biblioteca Real de Turín, el Códice está fechado entre 1505-1506, casi 400 años antes del vuelo de los hermanos Wright (1903).
En el Códice de 21 por 15 centímetros, el artista concretó su interés científico por la forma como los animales conseguían elevarse. Spike, curador de la exposición exhibida en Virginiay Boston, escribe que las 18 páginas por ambos lados en elCódice sobre el vuelo de las aves están cubiertas de texto con la escritura en espejo característica de Leonardo, y que incluyen bocetos con plumilla en los márgenes.
“Su atención se concentra en tres temas separados, aunque íntimamente relacionados: cómo vuelan las aves, los principios generales de la aerodinámica, y qué tipo de máquina haría posible el vuelo de los humanos”.
Spike cita además las palabras de Peter Jakab, curador del Smithsonian National Air and Space Museum, que albergó elCódice para una exposición en 2003: “Para Leonardo, el arte era el fundamento de la ingeniería, y la ingeniería era una expresión del arte. El artista que pintó la Mona Lisa y La última cena fue un visionario del Renacimiento que vio el mundo moderno antes de que éste se realizara”.
Descubrimientos
Los investigadores han encontrado que dos hallazgos expresados en las páginas del Códice —el movimiento del aire sobre el ala de un ave, similar al de los fluidos, y cómo el centro de gravedad y el centro de presión de un ave son diferentes—, anticiparon algunas de las bases de la aeronáutica moderna.
En el pequeño cuaderno se pueden ver dibujos de pájaros en vuelo como el milano real, textos, planos y artefactos. Incluye reflexiones sobre la velocidad de los cuerpos en caída, las fuerzas de gravedad y equilibrio, la dinámica de los cuerpos sujetos a la propulsión.
Los folios están escritos por ambos lados y hay muestras de que reusaba el papel, por ejemplo, dos páginas contienen una silueta difuminada de una hoja bajo otros dibujos.
En fechas recientes (2009), investigadores descubrieron en las páginas un autorretrato de cuando el artista tenía alrededor de 50 años.
Según los estudiosos, Da Vinci sí alcanzó a construir algunas de las máquinas que inventó en el Códice pero eran demasiado pesadas para llegar a volar. Los escritos muestran que escaló el Ceceri para intentar el vuelo.
El cuaderno pudo ser una libreta portátil pero también hay quienes consideran que puede ser la copia autógrafa de páginas en limpio que Leonardo llevaba consigo. Tiene una encuadernación de piel añadida en el siglo XIX, mientras que más abajo se halla una sencilla cubierta de cartón que quizás fue puesta por el propio artista.
En su ensayo, Spike refiere que la teoría de Leonardo es que el ala del murciélago es el modelo ideal para una máquina de vuelo, ya que la membrana que mantiene a su ala unida proporciona una superficie continua.
Spike muestra que en el Códice el artista reflexiona sobre otros temas, como el poder de la verdad que se opone a la mentira, y cita su escrito:
“Sin duda hay una distancia tan enorme entre la verdad y la mentira como la que hay entre la luz y la oscuridad, y la verdad es de tal excelencia que aun cuando se aplica a argumentos humildes y básicos vale incomparablemente más que las incertidumbres y mentiras que se aplican a los grandes y más elevados discursos; de manera que incluso si nuestra mente tiene a la mentira como su quinto elemento (la quintaescencia), se sigue cumpliendo que la verdad de las cosas es el alimento supremo de las mentes refinadas”.
Con información de: EL UNIVERSAL