La depresión es una de las grandes epidemias de nuestro tiempo. Mayo Clinic la define como un trastorno emocional, que causa un sentimiento de tristeza y perdida del interés por la vida y por otros.
La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo la padecen, por lo cual es un grave problema de salud pública.
Existen varios tratamientos para lidiar con esta enfermedad, pero la mayoría de ellos tienen efectos secundarios, además de que algunas personas desarrollan resistencia a ellos. Por eso, la ciencia se encuentra en la búsqueda de nuevos y mejores antidepresivos, y la respuesta podría estar muy cerca.
Un nuevo estudio, publicado en el Journal of Neurology and Psychiatry,reporta que se ha descubierto la eficacia de los antiinflamatorios comunes, como la aspirina y el ibuprofeno, en el tratamiento de la depresión mayor.
Este resultado se suma a la hipótesis que se tiene acerca de la relación entre la depresión y la inflamación cerebral. Los investigadores han encontrado que la inflamación desencadena la depresión, como si se tratara de una reacción alérgica.
La inflamación es un mecanismo de defensa, que se activa en el organismo cuando reacciona a un ataque externo, reuniendo nutrientes u otros recursos para responder a la agresión. Funciona como un método de supervivencia, evitando empeorar la herida o la propagación de la enfermedad.
Cuando el ser humano está expuesto a los factores inflamatorios, como las infecciones, irritaciones, estrés o golpes, su cuerpo produce proteínas llamadas citosinas.
Las citosinas facilitan la respuesta del cuerpo a la amenaza y su presencia funciona como un biomarcador que evalúa la inflamación del cuerpo.
El estudio asegura que la inflamación afecta la manera en cómo nos sentimos, influenciando al sistema inmunológico, al metabolismo, al sueño, al estrés, al estado de ánimo y a otros factores más.
Los investigadores llegaron a las conclusiones de su estudio luego de analizar 30 ensayos de control, en los que participaron 1,610 pacientes.
Los autores examinaron la eficacia de los agentes antiinflamatorios, como un tratamiento complementario o independiente para los pacientes con depresión.
Si bien los científicos aceptaron varias limitaciones en su método de estudio, su análisis sugirió que los fármacos antiinflamatorios pueden reducir de manera significativa los síntomas de la depresión.
En un segundo análisis, se encontró que los medicamentos con Omega 3, estatinas y minociclina mostraron también un buen desempeño.
Estos hallazgos contribuirán al desarrollo de mejores medicamentos para tratar esta enfermedad.
Con información de: https://www.vix.com/
