La falta de combustible y alimentos golpea a La Paz ante los bloqueos de partidarios de Morales
- Mercados desabastecidos, precios desorbitados y gasolineras cerradas incrementan la tensión en la capital
- Los partidarios del expresidente, dispuestos a mantener el bloqueo de la planta de Senkata
El Alto/La Paz, 19 de Noviembre del 2019 (EUROPA PRESS) – La Paz está sufriendo ya escasez de combustibles y algunos alimentos debido a los bloqueos de carreteras concebidos, en varias zonas de Bolivia, por los seguidores de Evo Morales. El llamamiento de los manifestantes, muchos de ellos campesinos y obreros, a cercar la capital, en protesta por la renuncia del líder indígena y su posterior exilio está comenzando a hacer mella.
«No hay combustible», dice el taxista Juan Carlos Álvarez, señalando el medidor de gasolina en el panel de su automóvil, que marca menos del 10 por ciento de la capacidad del tanque.
«En cuanto se me acabe, ya no voy a tener ingresos. Habrá que esperar nomás, pero tengo ahorrado quizás unos 1.000 bolivianos (unos 130 euros, al cambio) y con eso sobrevivimos en mi casa apenas una semana», comenta el taxista, que cree que los paceños van a comenzar a impacientarse si siguen los bloqueos.
«Si estoy unos cuantos días sin trabajar, obviamente hay que empezar a protestar, y que el Gobierno ya ponga una solución. Esto ya no es solamente un problema político. Afecta a toda la población. Y toda la población no vive de política. Además, los precios de muchos productos han subido, debido a la escasez», subraya.
Los chóferes de La Paz han reportado pérdidas de 60 millones de bolivianos (unos 7,8 millones de euros) en las últimas tres semanas, debido a huelgas, paros, y bloqueos, antes protagonizados por los opositores a Morales, y, desde hace una semana, por sus seguidores. El 80 por ciento de los vehículos no están trabajando, según datos del sindicato local.
Parte de las gasolineras de la capital están cerradas, y en las que continúan abiertas se producen grandes filas.
Comienza a haber un grave problema, también, de basura en la calle, dado que los camiones recolectores tampoco tienen combustible suficiente. La alcaldía está ejecutando un plan de emergencia, dando prioridad a la recogida en zonas de alto riesgo de infecciones, como los mercados.
BLOQUEO DE LA PLANTA DE SENKATA
El foco del desabastecimiento es la planta de Senkata, situada en la ciudad de El Alto, bastión de Morales, vecina a la Paz, y sitiada desde hace días por seguidores del expresidente, que no permiten la salida de ningún camión cisterna.
«Han hecho despertar al león dormido que somos los alteños. Ya nos metieron bala en la guerra del gas, en 2003, y resistimos. Ahora métannos balas de vuelta, que vamos a ofrendar nuestras vidas. Yo, la mía si es posible. No tengo miedo porque amo a Bolivia. Queremos la renuncia inmediata de la presidenta interina, Jeanine Áñez, y, si se da, este bloqueo se levanta ya nomás», señala Jesús Callocusi, en el bloqueo frente a la planta de hidrocarburos.
Al lugar no se puede llegar en vehículo. Varias barricadas han sido erigidas en las carreteras que llevan a Senkata, la central de la estatal YPFB en la zona. Piedras, alambre quemado, barreras de metal y fogatas, vigilados por centenares de vecinos, impiden el paso.
A unos 100 metros de la planta, han sido cavadas varias zanjas, de aproximadamente un metro de profundidad, por un metro de anchura, para evitar el paso de los camiones cisterna, custodiados por un destacamento militar, atrincherado en el interior del edificio.
«Nosotros no tenemos miedo de los militares, si ya se han dado tantas vidas. Ya han venido y han dejado seis tanques. Están adentro. Nosotros hacemos vigilia todo el tiempo. Hacemos turnos. Incluso ha llegado gente de los pueblos y otros departamentos, y están durmiendo aquí», apunta Marlene Laso, otra de las vecinas de la zona.
EN LOS MERCADOS FALTAN PRODUCTOS BÁSICOS
La falta de combustible y los bloqueos de carreteras están comenzando a afectar severamente a los mercados de la capital, donde escasean productos como frutas y hortalizas, huevos, carne y pollo. También pan, ya que muchas de las panificadoras funcionan a gas, y el suministro se ha interrumpido por el bloqueo de Senkata y la «intempestiva caída de presión» de un gasoducto.
«No hay verdura. No hay tomates. Ni algunas hortalizas, que vienen ‘de abajo’, de Santa Cruz, y está todo bloqueado. Sí hay cebollita y papita. Pero lo demás no. La carne escasea. Y el pollo también, bien caro», comenta Marta, dueña de un puesto del sector Canchón Belén, del mercado Rodríguez, en el centro de La Paz.
Es de los pocos que está abierto, ya que vende productos cultivados en los alrededores de La Paz, y los compró antes de que iniciase los bloqueos. Pero el 90 por ciento de las tiendas del sector están tapadas con plástico azul, lo que significa que no dan servicio.
«Hay muchos puestos cerrados porque no hay qué cosa vender. Ellos vendían tomates, hortalizas, apio, perejil, pan… y de eso, no hay», subraya Marta.
Cuando se encuentran, porque esos productos no han desaparecido completamente de los mercados, es a precios estratosféricos. El kilo de carne de cadera res, por ejemplo, casi ha duplicado su precio con respecto a hace un mes, llegando a costar 60 bolivianos (unos 7.8 euros) cuando se encuentra en los mercados.
Los paquetes de 30 huevos costaban 26 bolivianos (unos 3,4 euros) y ahora se encuentran a 60 bolivianos (unos 7,8 euros), produciéndose grandes colas en el mercado Rodríguez cuando llegan nuevos lotes a precios más bajos.
EL GOBIERNO DE ÁÑEZ TRATA DE ATAJAR EL DESABASTECIMIENTO
El Gobierno de la conservadora Jeanine Áñez, declarada presidenta interina el pasado martes, en una sesión del legislativo sin quórum ante la ausencia de los parlamentarios del Movimiento al Socialismo (MAS) de Morales, ha intentado paliar la situación creando un ‘puente aéreo’ de suministros con la ciudad de Santa Cruz, para saltar los bloqueos.
De esa manera llegaron el domingo a La Paz 35 toneladas de carne de res y 36 toneladas de carne de pollo, que fueron vendidas este lunes en la capital, generándose largas filas en los puntos de distribución.
El Gobierno interino dice estar negociando, sector a sector, para levantar los bloqueos de carreteras e instalaciones, aunque los alteños que bloquean la planta Senkapa aseguran que con ellos no ha hablado nadie.
También ha importado hidrocarburos de Lima y Chile para paliar la emergencia por el desabastecimiento en la capital. Está previsto que lleguen a La Paz un centenar de camiones cisterna.
El desabastecimiento afecta también a otras ciudades como Cochabamba, Sucre, Potosí y Oruro.