El Gobierno de Áñez inicia un «lento pero seguro» diálogo con los manifestantes de El Alto.
19 de Noviembre del 2019. (EUROPA PRESS) – El Gobierno de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha iniciado un «lento pero seguro» diálogo con los manifestantes de El Alto, uno de los escenarios de las protestas que estallaron tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre por el supuesto fraude.
La ministra de Culturas, Martha Yujra, ha informado este martes de que el lunes por la noche se reunió con los manifestantes de El Alto para pedirles que levanten las barricadas y recuperar así «la paz». «Estamos bien, lento pero seguro», ha contado, de acuerdo con la agencia de noticias Fides.
Yujra ha explicado que, por ahora, la respuesta que han obtenido es que han bloqueado calles «porque se vienen grupos a querer entrar en las casas». «Quieren saquearnos, estamos cuidando», han trasladado a la ministra.
El Alto es uno de los puntos donde mayor movilización se ha producido tanto de simpatizantes como de detratores del ya ex presidente boliviano Evo Morales. Los bloqueos han impedido incluso que una planta de hidrocarburos abastezca a La Paz, provocando problemas de suministro en la capital.
«Sabemos que esto es solamente coadyuvar, porque la decisión final se la tiene que tomar en la ciudad de La Paz», ha dicho Claros, en declaraciones recogidas por la agencia de noticias oficial ABI.
El diálogo entre el Gobierno de Áñez y los seguidores de Morales arrancó el lunes bajo los auspicios de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), la Unión Europea y Naciones Unidas.
Entretanto, esta previsto que a las 18.00 (hora peninsular española) de este martes se celebre una sesión de la Asamblea Legislativa, ya con sus nuevas autoridades, para valorar la dimisión de Morales y otros altos cargos y convocar nuevas elecciones presidenciales, primer paso para zanjar la crisis.
La crisis se desató tras las elecciones presidenciales, en las que Morales proclamó su victoria pero la oposición denunció un «fraude gigantesco». La Organización de Estados Americanos (OEA) hizo una auditoría del proceso electoral en la que halló «irregularidades».
Morales dimitió el pasado 10 de noviembre y huyó a México. Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, se proclamó presidenta interina para llenar el vacío de poder dejado por el antiguo mandatario y la renuncia de otros altos cargos.
Ni Morales ni sus seguidores reconocen a Áñez porque consideran que su estancia en el Palacio Quemado es fruto de un «golpe de Estado». Ella, por su parte, ha aseverado que solo estará en el cargo el tiempo necesario para convocar nuevas elecciones.