El Gobierno de Áñez expulsa al personal diplomático de Venezuela en un giro radical de la política exterior
- Anuncia la salida de Bolivia del ALBA y avanza que también dejará UNASUR
15 de Noviembre del 2019. (EUROPA PRESS) –
El Gobierno de la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, ha anunciado este viernes la expulsión del personal diplomática de Venezuela por involucrarse en asuntos internos, en un giro radical de la política exterior del país hacia sus vecinos regionales respecto a la era de Evo Morales.
La ministra de Exteriores, Karen Longaric, ha informado en rueda de prensa de que el personal venezolano ha sido declarado «personas ‘non grata'» por «violar las normas de la diplomacia» por «haberse involucrado en asuntos internos».
«Se les dará un plazo para que abandonen el país (…) a todo el personal diplomático de la Embajada de Venezuela en Bolivia que representa al Gobierno del señor (Nicolás) Maduro», ha indicado Longaric.
La nueva jefa de la diplomacia boliviana ha explicado que «existen pruebas contundentes contra ciudadanos venezolanos en los eventos agresivos de la semana pasada». «Han sido encontrados con armas de fuego, uniformes y otros instrumentos», ha detallado.
Longaric ha avanzado asimismo que los actuales funcionarios bolivianos en Venezuela serán cesados. A este respecto, ha añadido que ya han sido cesados el 80 por ciento de los embajadores designados por la Administración de Morales.
«Todo se orienta a (…) reconstituir las relaciones de Bolivia con ese país (Venezuela), en un marco de democracia y respeto fundamental a los principios del Derecho Internacional y (…) los Derechos Humanos», ha indicado.
SALIDA DE TRABAJADORES CUBANOS
Además, Longaric ha revelado que ha tenido «una larga conversación» con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, «en términos muy respetuosos –muy amistosos, si se quiere–» sobre la presencia de ciudadanos cubanos en Bolivia.
«Hay una serie de acusaciones contra ciudadanos cubanos en el sentido de que habrían estado actuando en estos movimientos agresivos que han atormentado a la sociedad estos días», ha declarado en la cadena local TVU, según informa ‘La Razón’.
En este contexto, Cuba ha optado por «retirar de Bolivia a 725 ciudadanos cubanos que trabajan en diferentes áreas de la cooperación», sobre todo en el ámbito sanitario, «para no empeorar más la situación».
La canciller boliviana ha argumentado que «es oportuna y necesaria esa salida» de los profesionales cubanos porque «va a permitir un trato respetuoso, como siempre hubo entre Cuba y Bolivia».
ALBA Y UNASUR
Por otro lado, Longaric ha informado sobre la salida de Bolivia de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y ha anticipado que hará lo mismo con la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
«El Gobierno ha desvinculado a Bolivia del tratado del ALBA, ya no somos parte del tratado del ALBA, y estamos analizando también la desvinculación de Bolivia del tratado de UNASUR», ha declarado.
No obstante, poco después ha aclarado que en el caso de UNASUR, la decisión política está tomada y solamente quedaría darle forma a través del Ministerio de Exteriores y la Asamblea Legislativa, que tienen que intervenir en el trámite.
Longaric ha argumentado que en UNASUR solo «quedan cuatro estados que serían los que están sustentando económicamente» una organización regional «que en los hechos no existe, no opera y no nos beneficia para nada».
CRISIS POLÍTICA
Todas estas decisiones suponen un giro radical en la política exterior de Bolivia, ya que suponen desvincular a la nación andina de aliados esenciales del anterior Ejecutivo de Evo Morales, tales como Cuba y Venezuela.
La crisis política en Bolivia estalló tras las elecciones presidenciales celebradas el pasado 20 de octubre. Morales proclamó su victoria mientras que la oposición denunció un «fraude gigantesco». La auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha confirmado «irregularidades».
Morales dimitió el domingo y el martes llegó a México en calidad de asilado político. Áñez se ha proclamado mandataria interina para evitar el vacío de poder dejado por la renuncia del líder indígena y otros altos cargos, asegurando que su objetivo es celebrar nuevas elecciones.