En dicho sitio, los hackers pedían los 565 bitcoins, equivalente a cinco millones de dólares, y daban a la petrolera una plazo de 48 horas para realizar el pago, añadiendo los detalles de cómo realizar la transferencia y una dirección de correo electrónico.
Tras ser contactados, los presuntos hackers respondieron a Reuters que Pemex había perdido el plazo para obtener un «precio especial», en una aparente referencia al descuento que ofrecen a víctimas de «ransomware» por un pago anticipado, pero dijeron que Pemex todavía tenía tiempo para entregar los 565 bitcoins.
«El plazo ha expirado solo para el precio especial», escribieron los hackers a la consulta de Reuters, aunque no respondieron a la pregunta sobre si Pemex había hecho algún movimiento para pagar el rescate.
Pemex no contestó de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la nota de rescate.
El ataque es el último desafío para Pemex, que está luchando para pagar grandes deudas, revertir años de disminución de la producción de petróleo y evitar rebajas en sus calificaciones crediticias.
Pemex dijo que sus instalaciones de almacenamiento y distribución estaban funcionando normalmente y que el ataque había afectado a menos del 5% de sus computadoras.
«Evitemos los rumores y la desinformación», dijo en un comunicado el lunes.
Una persona que trabaja en Pemex Exploración y Producción dijo que la división no se vio afectada.
Había cierta confusión sobre qué tipo de ransomware se utilizó en el ataque. Un funcionario de Pemex dijo en un correo electrónico interno que la compañía fue atacada por «Ryuk», una variedad de ransomware que los expertos dicen que generalmente apunta a compañías con ingresos anuales entre 500 y 1,000 millones de dólares, muy por debajo de los niveles de Pemex.
DoppelPaymer es un tipo relativamente nuevo de ransomware que, según la firma de ciberseguridad CrowdStrike, estuvo detrás de los recientes ataques contra el Ministerio de Agricultura de Chile y la ciudad de Edcouch en Texas.
El martes, Pemex estaba reconectando computadoras no afectadas a su red utilizando parches de software y limpiando las computadoras infectadas, dijo una fuente, que habló bajo condición de anonimato.
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La compañía tuvo que comunicarse con los empleados a través del servicio de mensajería móvil WhatsApp porque los empleados no podían abrir sus correos electrónicos, dijo otra fuente, que tampoco estaba autorizada para hablar con los periodistas.
«En Finanzas, todas las computadoras están apagadas, eventualmente podría haber problemas con los pagos», dijo.
Las compañías tomadas digitalmente como rehenes pueden sufrir daños catastróficos, ya sea que paguen o no un rescate.
El productor noruego de aluminio Norsk Hydro fue golpeado en marzo por un ransomware que se extendió a 160 sitios, lo que finalmente obligó a partes del gigante industrial a operar con lápiz y papel.
La compañía se negó a pagar el rescate. Pero dijo que el ataque generó hasta 71 millones de dólares en costos de limpieza, de los cuales hasta ahora solo 3.6 millones habían sido pagados por el seguro.