Su césped lo han pisado los mejores jugadores del mundo y durante 49 años la cancha del Estadio Azteca ha sido el lienzo donde se han plasmado innumerables historias, tanto del fútbol nacional como internacional, sin embargo, se ha quedado atrás con respecto a los mejores estadios del país y del mundo.
Mientras en otras entidades de la República varios equipos han invertido en nuevos inmuebles como Chivas con el Omnilife, Santos con el TSM o recientemente Rayados con el BBVA, el América y el emporio televisivo que lo respalda no han modernizado el Coloso de Santa Úrsula.
El diseño arquitectónico sigue imponiendo a la vista de cualquier persona, pero en cuanto a funcionalidad no se ha puesto a la vanguardia. A lo más que ha llegado es al embutacamiento del 100 por ciento de los lugares. De ahí en fuera, no está a la altura de los inmuebles más nuevos de México ni mucho menos del mundo.
Pelé y Maradona, considerados entre los mejores futbolistas de la historia, brillaron en el Azteca en los Mundiales de 1970 y 1986, respectivamente, y ambos levantaron el título de esos campeonato.
El Azteca ha sido testigo desde la «Mano de Dios» y el mejor gol en la historia de los Mundiales a cargo de Maradona, y el llamado «Partido del Siglo» entre Italia y Alemania en el 70, hasta la épica Final que protagonizaron América y Cruz Azul en el Clausura 2013, donde las Águilas levantaron su undécimo título en un partido dramático que se definió en serie de penaltis.
Además recibió la Final de los Juegos Olímpicos de 1968, la Copa Confederaciones en 1999, Copa Oro en 1993 y 2003, Copa del Mundo Sub-20 en 1983 y Copa del Mundo Sub-17 en 2011, ganada por la Selección Mexicana.
Todo eso y otras tantos momentos futbolísticos invaluables del balompié mexicano han hecho del Azteca un estadio mítico a nivel nacional e internacional, pero en la actualidad su estado no corresponde a toda esa rica historia que lo respalda.
