Charlas de Taberna | Por Marcos H. Valerio | ¡Viva México!
El sentido mexicano tomó raíces en los 56 grupos étnicos que se establecieron en nuestro país, mezclándose con algunas tradiciones europeas –principalmente española, francesa y africana-, y esta sigue enraizándose pese a la modernización.
Quién no ha cantado a ritmo de las cuerdas de la guitarra, del mágico sonido de los violines o notas vibrantes de la trompeta interpretadas por un mariachi, trío o banda que dedica sus melodías al romance que hoy llega, al amor que hoy nos abandona.
Se dice que para la mujer amada un bolero, una balada, unos sones, un huapango o una canción ranchera durante una lunada. Eso sí, acompañados de una botella de mezcal, tequila, charanda u otra bebida típica.
Entre ellas, la bebida de los reyes Aztecas, aquel brebaje blanco destilado de magueyes para servirse en jarritos o vasos de cristal, el agua miel que en épocas prehispánicas servía como alimento a las mujeres embarazadas. Ahora, en cualquier pulquería por pequeña que sea hay un lugar exclusivo para lasdamas donde pueden degustar el exquisito pulque.
México saborea sus dulces tradicionales hechos de azúcar, turrón, piloncillo, amaranto y miel. También se deleita con su comida y antojitos que tienen un toque mágico con sus condimentos como chile, maíz, manteca, calabaza, nopales, tomate, aguacate, vainilla y chocolate, entre otros.
Y en las diversiones, el charro da muestra de elegancia, coraje, gallardía y destreza al ejecutar las nueve suertes en el ruedo, al montar un caballo bronco o un cebú furioso. Por lo que, en los últimos años ha sido considerado un deporte extremo.
Otro símbolo de nuestro país son las chinampas en Xochimilco, que nos recuerdan a nuestros antepasados, quienes solían cosechar en dichos islotes rodeados de canales que comunicaban a la gran Tenochtitlan.Además se podía pescar como navegar sin ningún contratiempo.
Aún en las calles del Centro Histórico, encontramos plazuelas, cantinas, cafés que nos trasladan a épocas de la Colonia y siglo XIX.En la salida del teatro todavía se escuchan los organilleros, que tienen como misión pregonar la música de nuestros abuelos…”Eso sí, cualquiera lo toca, pero no cualquiera lo carga”.
México tiene una cultura, siente sus tradiciones, celebra con su música, saborea su gastronomía, sueña con sus serenatas, recuerda con sus antepasados y le da vida a la muerte, juega y se divierte con sus costumbres que nunca olvidará, porque está en su sentir cotidiano.