Colaboraciones

Acervo | Pedro Luis Noble Monterrubio | Septiembre, mes del testamento

Este 1o de septiembre la Secretaría de Gobernación y el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, pondrán en marcha por décimo séptimo año consecutivo, la campaña de servicio social denominada “Septiembre, mes del testamento”.

Este proyecto de coordinación institucional en materia jurídica se da para poner al servicio de la sociedad mexicana durante el mes de septiembre, la posibilidad de realizar la disposición testamentaria de las personas ante notario público a precios preferenciales, con el objetivo de incentivar la cultura del testamento público ante fedatario, acto jurídico que sin duda proveé de seguridad patrimonial para el testador y herederos.

Desde mi formación como abogado y en ejercicio de la función notarial como titular de la Notaría Pública No. 18 de nuestra ciudad capital, es que en esta entrega ahondaré acerca de aspectos generales de la elaboración de un testamento.

Legalmente, el testamento se define como un acto solemne, personalísimo, revocable y libre, por medio del cual una persona capaz dispone libremente en que forma y a quién o quiénes se destinarán sus bienes para después de su muerte.

En otras palabras, el testamento contiene la voluntad expresa del testador y es solo él quien, por medio de éste, decide el destino de su patrimonio.

El testamento es también, un medio seguro y eficaz que permite al testador disponer libremente de sus bienes y derechos, para que la propiedad y titularidad de éstos se transmita a las personas (herederos y/o legatarios) que han sido designados en el protocolo notarial.

Es recomendable hacer testamento, porque representa la certeza que los bienes de una persona se transmitan en forma ordenada y pacífica a quién ella decida y en la forma y términos que mejor le parezca , asimismo porque el patrimonio de una persona, independientemente de su cuantía o monto, es siempre un valor importante para quién lo formó.

Debemos también olvidar la idea de que por hacer testamento está próxima nuestra muerte, debemos más bien pensar en que es una sencilla medida de previsión para que se cumpla fielmente nuestra voluntad al morir y para no provocar mayores problemas y gastos a nuestras familias, protegiendo con ello ese acervo patrimonial que hemos logrado formar durante nuestras vidas.

Las y los notarios de México estaremos trabajando de cerca con la sociedad civil para atender las disposiciones testamentarias que se nos requieran y en el caso particular de nuestra entidad, con la finalidad de seguir fomentando en la población hidalguense la cultura de previsión en el otorgamiento de testamentos.

En nuestra entidad, a instancia del gobernador Omar Fayad, el Colegio de Notarios del Estado de Hidalgo, ha convocado a todas las notarias y notarios a sumarse a esta sensible campaña durante septiembre y ampliándola también al mes de octubre, con costos muy accesibles que el notariado hidalguense ha acordado con el propio gobierno del Estado.

La próxima semana me permitiré compartir algunos escenarios jurídicos que, desde mi experiencia como fedatario público, he podido analizar al momento de brindar la consultoría notarial. De entrada, la invitación es que hagamos todas y todos nuestro testamento ante el notario de confianza. Fortelezcamos la cultura de la disposición testamentaria.

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