Colocará la UNAM nueve pequeños robots en la Luna
- Realizarán mediciones de la dinámica del polvo regolito que, muy cerca del suelo, levitará por encima de los robots; llevará también un módulo de telecomunicaciones, telemetría y despliegue, con una masa total de 500 gramos
A mediados de 2021, la UNAM hará realidad la misión Colmena, que colocará nueve pequeños robots en la superficie de la Luna.
Los equipos, semejantes a engranes y de ocho centímetros de diámetro por cuatro de altura, se desplegarán aleatoriamente por la superficie lunar y navegarán de forma autónoma hasta encontrarse unos a otros y formar un enjambre, intentar conectarse eléctricamente y formar un panel solar del mayor tamaño posible, explicó Gustavo Medina Tanco, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) y responsable del proyecto.
Durante un coloquio realizado en el Auditorio Marcos Moshinsky del ICN, el universitario señaló que la misión es enteramente desarrollada en el Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX) del ICN-UNAM, y cuenta con el apoyo de la Agencia Espacial Mexicana (AEM), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), el gobierno de Hidalgo y diversas empresas de tecnología socialmente comprometidas con el desarrollo científico, tecnológico y económico de México.
El lanzamiento a la Luna, en 2021, estará a cargo de la empresa privada estadunidense Astrobotic, que también llevará experimentos de otros países y de la NASA. “La misión Colmena es un intento de posicionar tecnológicamente a México en una nueva etapa de exploración científica y explotación comercial que muy probablemente se desarrollará en asteroides y lunas”, abundó Medina Tanco.
En el diseño, construcción y validación de Colmena intervendrán alumnos de la UNAM, de algunas de las carreras de ingeniería, física, matemáticas, actuaría, psicología, arte y diseño, entre otras, quienes trabajan en un ambiente multidisciplinar e integrador. “Esta misión es una oportunidad única para formar recursos humanos en el sector espacial”, dijo el responsable de la iniciativa, que cuenta en su laboratorio con unos 50 participantes, desde estudiantes de bachillerato hasta doctorado.
Módulo de telecomunicaciones y telemetría
Los asteroides y lunas generalmente no tienen atmósferas o campos magnéticos propios, y sus superficies están expuestas al bombardeo meteorítico y de partículas de alta energía del viento solar.
“Como consecuencia, estos cuerpos celestes poseen una capa de regolito, un polvo muy fino, abrasivo, radiactivo y cargado electrostáticamente, sumamente dañino para toda la tecnología que se pretenda hacer operar en ese ambiente, especialmente cerca del suelo”, comentó el experto.
La estrategia del LINX es desarrollar enjambres de robots muy pequeños que puedan operar en forma cooperativa para desarrollar ensamblajes de estructuras o tareas grupales, haciendo uso de propiedades de sistemas complejos y sus propiedades emergentes. Los equipos harán mediciones del polvo regolito, que levitará por encima de los robots, debido a procesos de plasma polvoso, energizados por el viento solar.
La carga útil de Colmena incluye los robots, además de un módulo de telecomunicaciones, telemetría y despliegue, con una masa total de 500 gramos.