¡Vamos al dentista…!
14 de mayo 2015.- Cuando escuchamos esta invitación lo primero que sentimos es un ligero escalofrío… ¡nos cuesta mucho esfuerzo acudir al consultorio dental! Pensamos que es un instante de martirio y dolor… así nuestro sub consiente ha procesado el encuentro con los dentistas.
Seguramente los profesionales a los que nos referimos nos parecerían más simpáticos si en cada visita no nos amenazaran con la punta de su pequeño taladro, la llamada fresa!
Todos lo sabemos… El método convencional para tratar una caries consiste en eliminar mecánicamente la superficie del área afectada para después rellenarla con resina o una aleación metálica.
A propósito, este procedimiento no se recomienda en caries muy pequeñas, ya que eso supone sacrificar gran cantidad de diente sano para que el relleno se adhiriera bien a la pieza dental.
Debemos destacar que estas caries son las que, si no se atienden de modo apropiado, crecen y provocan con el tiempo el infernal dolor de dientes y muelas que no tiene otro remedio de tratarse sino con métodos convencionales.
Es muy común saber que las caries se originan cuando el ácido producido por las bacterias disuelve el esmalte natural de los dientes, con la consiguiente formación de una sustancia conocida como hidroxiapatita. En esas cavidades iniciales tan pequeñas no se adhieren las sustancias convencionales de relleno.
Los químicos que desarrollan nuevos materiales han elaborado una pasta blanca cristalina, que es una hidroxiapatita modificada, muy parecida al esmalte natural.
Con microscopios especiales se observó que, cuando se coloca dicho material sobre la pequeña caries, el esmalte natural se disuelve primero en éste, pero después se integran ambos, hasta cristalizar de manera conjunta, sin que haya ninguna brecha de separación entre ellos.
La hidroxiapatita modificada cristaliza en forma semejante al esmalte natural y crea así una estructura continua. Este nuevo descubrimiento probablemente no hará que disminuyan nuestras visitas al dentista, pero sin duda podrá lograr que sean más agradables.