- El domingo 11 de agosto, los militantes del PRI acudirán a las urnas y tendrán dos opciones: Alejandro Moreno, gobernador con licencia de Campeche e Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán
En el proceso para que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) renueve su presidencia nacional solo hay una cosa segura: volverá a ser dirigido por un exgobernador, una tradición que en los últimos años se había perdido entre sus filas.
El próximo domingo 11 de agosto, los militantes del Revolucionario Institucional acudirán a las urnas y tendrán sólo dos opciones en la boleta: Alejandro Moreno, gobernador con licencia de Campeche, e Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán.
Claudia Ruiz Massieu, actual dirigente en el cargo, es el ejemplo que el priismo abandonó una de sus tradiciones, que sin ser escritas, eran una constante.
Durante el sexenio en que Enrique Peña Nieto gobernó México, su partido, el PRI tuvo en el cargo a tres personajes que no tienen entre su trayectoria el gobernar una entidad: Carolina Monroy del Mazo, quien ocupó una vacante; Enrique Ochoa Reza y Claudia Ruiz Massieu.
Aunque en ese periodo el priismo tuvo también a otros tres dirigentes que sí cumplían con el antecedente, el cual no es un requerimiento para el cargo, César Camacho, exgobernador del Estado de México; Manlio Fabio Beltrones, exgobernador de Sonora y René Juárez, exgobernador de Guerrero.
Desde el 2000 a la fecha de los 13 dirigentes que tuvo al frente el PRI, 9 fueron exgobernadores y solo 4 no, de estos últimos tres fueron en sexenio peñanietista.
En ese periodo destacan nombres como: Dulce María Sauri, exgobernadora de Tlaxcala; Roberto Madrazo, exgobernador de Tabasco; Beatriz Paredes, exgobernadora de Tlaxcala; Humberto Moreira, de Coahuila; César Camacho, exgobernador del Edomex; y Manlio Fabio Beltrones, exgobernador de Sonora.
Entre los nuevos discursos al interior del Revolucionario Institucional se encuentra principalmente la recuperación del verdadero priismo, y entre los argumentos de los exgobernadores es que han ganado cargos de elección popular, en el que se tiene que hacer campaña de a pie para conseguir votos.
El próximo 11 de agosto, el PRI volverá a su tradición ya que las únicas dos opciones en las urnas son exgobernadores, Moreno y Ortega, quienes han comenzado a polemizar la campaña con señalamientos.
