Hace unos días el Secretario de Seguridad Pública, el de la Marina y de la Defensa Nacional, dieron a conocer el despliegue de la Guardia Nacional en la que explicaron que el objeto de esta era salvaguardar vidas, libertades y cuidar la integridad y patrimonio de todos los mexicanos, de igual forma anunciaron que para este año estarían trabajando 82 mil elementos distribuidos en 50 regiones del país.
La gran sorpresa ha sido esta semana, que los elementos de la policía federal anunciaron un paro nacional y presentaron un pliego petitorio en el que expresaban su rechazo a ser evaluados por miembros del ejecito nacional y pedían la renuncia de todos los mandos desde comandantes hasta directores, ya que se les liga en actos de corrupción y al crimen organizado.
Han existido hasta este fin de semana versiones del propio Presidente Andrés Manuel López Obrador y del Secretario de Seguridad Pública Alfonso Durazo, quienes han señalado que todos los derechos laborales de los elementos de este cuerpo de seguridad son intocables y han criticado a quienes tratan de sacar raja política en este movimiento de tipo laboral.
El ciudadano exige que todo asunto de carácter político o laboral se resuelva ante las instancias correspondientes, pero que no se permita el desarrollo de una institución como la Guardia Nacional es totalmente aberrante, ya que si de algo sufrimos en la actualidad los mexicanos es de tanta inseguridad que hay en nuestro país.
Esperemos que para este fin de semana los inconformes y el Secretario de Seguridad Pública lleguen a los acuerdos más convenientes para ambas partes y todos se pongan a trabajar para que tengamos una policía de vanguardia. El país necesita que el gobierno federal presente de manera pronta una política pública en donde se nos de a conocer con mucha exactitud el presupuesto, la preparación y la efectividad que va tener a futuro este cuerpo policial y que ojala ese es el deseo general que a la policía mexicana no se le considere como la más corrupta de América Latina y del Mundo.
