- El 14 de julio sus cenizas estarán en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris
México, 30 de junio del 2019.- Primero fueron Los Panchitos, pero nueve años después de su surgimiento, en 1959, se convirtieron en Los hermanos Castro, precisamente fue con la llegada de Gualberto que adoptaron ese nombre que ya nunca cambiarían.
Yo sin ti, Hasta que vuelvas y Después del amor fueron grandes éxitos que llevaron a Gualberto y sus primos hermanos a recorrer y conquistar Estados Unidos, Puerto Rico y Brasil.
Benito Castro fue el último en unirse al cuarteto tras la salida de Javier, quien junto con Arturo y Jorge sembraron la base de uno de los grupos más importantes de los años 60 y 70 del siglo pasado. En 1975, ganó con el tema La Felicidad el Festival OTI de la Canción.
En el plano amoroso, este artífice de la balada romántica se casó cinco veces, pero el gran amor de su vida fue Macaria, a quien hoy vemos en la serie Vecinos y con quien procreó un hijo. Vivieron siete años juntos, pero nunca se casaron.
Gudrun Becker fue su última pareja con la que compartió 28 años de su vida y fue quien dio a conocer, el pasado jueves, la partida de Gualberto.
Gualberto Antonio Castro Levario era originario de la Ciudad de México –aunque con ascendencia libanesa y francesa–, concretamente en la colonia Guerrero, fue donde conoció a Alfonso Mendoza, su maestro de canto y quien descubrió sus facultades.
Con pocas oportunidades para poder explotar esas habilidades, a los 14 años se convirtió en bailarín en el teatro Blanquita, después sus primos Los Panchitos decidieron sumarlo a la agrupación como contratenor y con ello armonizar la voz de Jorge un tenor natural.
Después del furor de los años 70 donde trabajó conJudy Galán y Paul Anka, llegó una nueva etapa para él, en los 80 estelarizó como anfitrión, el programa de la Carabina de Ambrosio, donde también personificó al maestro Gualas.
El parte médico de su partida dice que murió de Hipercalcemia, Gualberto tenía un estilo de vida muy sano, seguía una dieta macrobiótica, no tomaba bebidas alcohólicas, ni café y practicaba meditación, deporte y yoga, lo que le permitió mantear casi intacto el poder de su voz. Nunca dejó de cantar.
Su familia y amigos más cercanos han dicho en varias entrevistas que nunca dejó de sonreír. Tenía pensado regresar a a los escenarios, pero ya no le dio tiempo.