- La titular de la PGJCDMX dice que hay un problema de percepción, pues los crímenes en la capital van a la baja
Antes de que concluya el año, los ciudadanos verán una transformación total en la procuración de justicia de la Ciudad de México. Presentar una denuncia, por ejemplo, no les llevará más de una hora.
Ésa es la misión que tiene en este momento la procuradora general de justicia, Ernestina Godoy, quien, en entrevista con El Heraldo de México, asegura que la transformación pasa por la eliminación de cualquier acto de corrupción de policías y agentes del Ministerio Público.
Sobre los índices delictivos, explica que lo que existe es un problema de percepción, porque todos los delitos van a la baja. Sólo uno de cada cuatro, es decir 25%, son delitos de alto impacto.
Además, rechaza que la capital sufra en este momento una ola de secuestros. Es más, adelanta que en cuestión de días, conoceremos las conclusiones de la investigación sobre el asesinato y secuestro del joven Norberto Ronquillo.
El caso se va a resolver y la gente se sorprenderá con el resultado de las investigaciones, detalla la funcionaria, y garantiza que no fabricarán culpables ni responderán a presiones de ninguna índole.
“La ciudadanía quiere resultados y los vamos a tener”, reafirma.
¿Cómo hacer frente a los índices delictivos en la CDMX, procuradora?
Tenemos dos grandes estrategias: una, la constitucional, que consiste en abatir la impunidad y los delitos. La otra es lograr la transición de la Procuraduría a una Fiscalía autónoma. Eso nos dará la posibilidad de un verdadero cambio.
¿Con quién trabajan?
No queremos hacer un trabajo aislado, solos, de iluminados, por mucho conocimiento que exista dentro de la Procuraduría; trabajamos con una comisión nombrada por el Congreso, pero también con organizaciones de la sociedad civil, asociaciones de abogados y universidades.
¿Por qué hacerlo de esa forma?
Porque queremos adaptarlo al Nuevo Sistema de Justicia Penal, que no ha terminado de cuajar en la ciudad.
¿Eso permitirá reducir los índices delictivos?
Las cifras que conocemos (684 delitos diarios, en promedio) implican un trabajo inconmensurable para cualquier institución que, por mucho personal que tenga, es muy difícil de atender. Aunque es sólo una pequeña parte, porque tenemos una cifra negra muy alta.
¿Qué hacer?
Todas las conductas delictivas son atendidas. Lo importante es hacerlo de una manera diferenciada porque no son lo mismo los delitos de bajo impacto que los de muy alto impacto.
¿Por ejemplo…?
No es lo mismo que nos roben un celular, que de por sí ya es un delito en el que muchos pierden mucha información, y se atiende, pero no es comparable con el impacto social y familiar que tienen otros delitos como homicidios, feminicidios, extorsión o secuestro. Todo requiere de un trato diferenciado.
¿Eso se refleja en la estadística?
Del total de las carpetas de investigación, 82 mil 175, de enero a abril de este año, 43% corresponde a delitos de bajo impacto, de robo de celular, una riña, cosas que no pasan a mayores.
¿Y cómo andan las otras cifras?
El 23% corresponde a conductas que no pudieron llegar a un juicio y los atendemos con instrumentos para mediar. En cuanto a los delitos de alto impacto, la cifra ronda 25% y ésos son los que destruyen familias.
¿Cómo responder a esa exigencia?
La Procuraduría se va a transformar y sus esfuerzos estarán en lograr una trilogía virtuosa en donde el policía de investigación esté convertido en un detective capacitado, igual que los peritos y los ministerios públicos, para que las carpetas de investigación sean contundentes e irrebatibles.
Pero sigue la percepción de que los índices van al alza ¿cómo empatar su proyecto con esa idea?
A la gente no le interesa si estamos pensando en hacer maravillas, lo que le interesa es lo que estamos haciendo ahorita. Por eso luchamos contra una mala percepción que se tiene. Por primera vez, los datos de las carpetas de investigación son públicos, se actualizan cada mes, antes no era así. Ahí nos han dicho, se dan un tiro en el pie cuando exhiben de esta manera. Bueno, así es, y nosotros no vamos a simular ni a esconder, porque lo que queremos es resolver.
¿Así encontraron las cosas?
Recibimos la ciudad mal y la Procuraduría, también. En un estado de abandono muy fuerte. No le voy a echar más la culpa a la anterior administración. Ya dije en su momento cómo está el tema del ocultamiento de las cifras y demás.
¿Qué puede decir ahorita?
La percepción es otra, pero tenemos un control, prácticamente todos los delitos están controlados, y en algunos casos a la baja, ligeramente a la baja.
¿Hay medidas concretas?
Estamos buscando abatir los tiempos de atención. Estamos construyendo una plataforma informática que va a permitir que los promedios de atención de cinco a seis horas, sean de 15 minutos. Aunque me conformo que atiendan a la gente no más allá de 30 minutos o una hora.
¿En cuánto tiempo, el resultado?
Yo espero que en unos meses ya.
¿Antes de que termine este año?
Sí, yo espero que sí, pero ahorita ya estamos pidiéndoles a nuestros agentes del MP, a nuestros fiscales, que nuestro personal sea distribuido de mejor manera, que tengamos una actitud diferente.
¿Dice la estadística que sólo 25% de los delitos denunciados de diciembre a mayo se han atendido?
En el caso de los homicidios dolosos hicimos un cambio sustancial que ya empezó a dar resultado. Nos falta mucho por hacer porque existía una manera pésima de investigar, segmentada. Eso nos lo dijeron especialistas franceses.
¿Cómo resolver el tema ahora, qué implementarán?
Creamos las Unidades Criminalísticas de Proximidad. Por el momento tenemos cinco, cuya misión es fortalecer a la Fiscalía Central de Homicidios.
¿Cuál es el estatus de los secuestros?
Desafortunadamente se desató una campaña que no tiene fundamento, porque no hay un aumento de secuestros en la ciudad. No hay una ola de secuestros como se dice. La incidencia es igual que otros años.
¿Qué pasó este año?
Algo pasó en enero. Tuvimos una cifra inusual de 16 secuestros, pero en general los meses son de cuatro, cinco o tres. Y no está desbocada esa situación. Una cosa es lo que sucede y otra es el trabajo que se hace desde la Fiscalía de Antisecuestros.
¿Y en el caso de Norberto Ronquillo?
Quiero decir que se van a sorprender del resultado de las investigaciones. No voy a fabricar culpables ni tampoco me voy a dejar presionar. La ciudadanía quiere resultados y los vamos a tener en pocos días.
En el tema de la corrupción, existen 507 carpetas de investigación contra servidores públicos. ¿Cómo va esto?
Tenemos una visitaduría muy activa. Hay policías de investigación vinculados a proceso. Ya hicimos cambios también en la fiscalía de servidores públicos, queremos renovar ahí.
¿Esos cambios son por la limpia?
Estamos reforzando a la Procuraduría para el cambio a Fiscalía que tiene que ver con la investigación y con la labor de inteligencia. Ésta es la razón por la que hicimos el cambio en la jefatura de Investigación.
¿Cuál es el mensaje a la ciudadanía?
Hay un gobierno trabajando. Hay funcionarios públicos ocupados. La Procuraduría está pensando en la víctima.
Usted habla de confianza. ¿Pero será que la gente ya perdió la esperanza?
No tienen confianza. Y tienen razón, si lo primero que encuentran es que en una agencia del Ministerio Público le dicen: ‘¿Deberás vas a denunciar? Vas a perder el tiempo, no va a pasar nada, no, ¿para qué denuncias?’. Pues no, el que le haga eso a la ciudadanía, lo va a pagar.
La gente busca respaldo de la autoridad.
Claro. La instrucción es que atendemos a todos, si no nos toca, canalizamos. Hay que responderle a la gente, para eso votaron por un proyecto nuevo. La ciudadanía dio un manotazo el 1 de julio, quien no lo escuche está fuera de la realidad y no es el servidor público que esta ciudad requiere.