Intervención del Coordinador del GPPRI en el Senado de la República, Miguel Ángel Osorio Chong, durante los posicionamientos de los grupos parlamentarios, respecto a las leyes secundarias en materia de Guardia Nacional.
Ciudad de México, 21 de mayo de 2019.
Con su permiso, presidenta.
Compañeras y compañeros senadores.
El día de hoy, este Senado de la República da muestra de que cuando se hace buena política, gana el país.
De que cuando privilegiamos el diálogo, podemos construir soluciones.
Y de que, la pluralidad no es impedimento para llegar a acuerdos en beneficio de la ciudadanía.
Porque podemos tener diferencias, algunas veces muy significativas, pero nos une algo fundamental: queremos lo mejor para México.
Por eso es tan importante que en vez de dividir y estigmatizar, trabajemos juntos en torno a los propósitos que nos unen, para pasar de las descalificaciones a la suma de esfuerzos, y de los discursos que pretenden separar a las y los mexicanos entre buenos y malos, a los objetivos compartidos.
Así se hizo evidente con la aprobación de la reforma constitucional en materia de Guardia Nacional hace apenas unos meses.
Con la opinión de la sociedad civil, los expertos, los organismos internacionales, y con la apertura de todos los grupos parlamentarios, logramos construir una institución de seguridad acorde con las necesidades del país.
Por eso no podía ser diferente ahora para el diseño de las leyes secundarias que habrán de definir su funcionamiento.
Era necesario llegar a consensos para construir, entre todos, las mejores leyes posibles. Y así se hizo.
Por eso es que mi grupo parlamentario votará a favor de estos proyectos de ley, porque son el resultado de la buena política.
Reconozco la apertura de la mayoría legislativa en este Senado, particularmente del coordinador Ricardo Monreal, y del presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Eduardo Ramírez.
Hago votos para que mantengan ese ánimo y buena disposición a lo largo de toda la Legislatura, porque estoy seguro es el camino que nos permitirá ofrecer mejores resultados a la sociedad.
Y porque así, a partir del respeto a la diferencia y el entendimiento de otras perspectivas, contribuimos a re-dignificar el oficio de la política, es decir, del diálogo y la construcción de acuerdos, y estas leyes son el mejor ejemplo.
Por ello, reconozco a los coordinadores del PRD, Miguel Ángel Mancera; de MC, Dante Delgado, y del PAN, Mauricio Kuri, así como a quienes desde sus bancadas participaron en las mesas de trabajo de las últimas semanas.
Me refiero a Julen Rementería, a Damián Zepeda, a Claudia Anaya, a Manuel Añorve y a nuestra compañera Claudia Ruiz Massieu.
Y por supuesto, muy destacada la participación del grupo de asesores de todas las fracciones parlamentarias. A ellas y a ellos, muchas felicidades.
Porque gracias a las horas invertidas, gracias a que se escucharon todas las voces, y de que no se partió más que de un auténtico esfuerzo constructivo, hoy contaremos con leyes que dejarán claro que la Guardia es una institución de carácter civil a cargo de autoridades civiles.
Precisando la necesidad de que los elementos de las policías militares y navales, cuenten con una licencia del servicio activo, y eliminando la pretensión de crear un fuero militar.
Además, esta ley amplía los parámetros de control legislativo y rendición de cuentas, y respeta y protege nuestro sistema federal.
También se logró una Ley sobre el Uso de la Fuerza, apegada a parámetros internacionales y a las recomendaciones de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Y algo muy importante, que incluye a la fuerza armada permanente como sujeto obligado, esta ley permitirá dar a los mexicanos mayor certeza sobre el actuar de sus instituciones de seguridad.
Por otra parte, la Ley Nacional del Registro de Detenciones, contribuirá a prevenir y evitar violaciones graves a los derechos humanos, tales como la desaparición forzada, la tortura, los tratos crueles o inhumanos.
Y finalmente, se reformó la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, para incluir la proximidad social, en la profesionalización policial.
La legislación que estamos discutiendo, además habrá de dotar a nuestras Fuerzas Armadas de la certeza jurídica que requiere en su actuar en tareas de seguridad pública, refrendando la temporalidad de 5 años para su retiro gradual.
Desde esta Tribuna, reconocemos la entrega, el patriotismo y la lealtad de todas y todos los soldados y marinos que responden con valentía para salvaguardar la seguridad de las y los mexicanos.
Pero precisamente por ese reconocimiento, queremos que vuelvan a su función natural, la defensa de la nación.
Y aquí hay un tema que no puedo omitir porque sería irresponsable, me refiero a que la situación a nivel local sigue siendo de una gran debilidad institucional.
Entonces, si bien hoy damos un paso importante con estos proyectos de ley, lo cierto es que hay una tarea larga que la federación debe realizar junto con las entidades.
Justamente de eso se trataba la iniciativa que como gobierno presentamos en 2014, con el objetivo de consolidar policías estatales confiables y eficaces.
Porque habíamos logrado una disminución muy importante en la comisión de todos los delitos, de absolutamente todos, históricos hasta 1998.
Pero necesitábamos una reforma que pudiera transformar las fuerzas estatales y municipales.
Por ello, era una iniciativa fundamental de nuestra estrategia, y que hay que decirlo, no contó con el apoyo y fue rechazada entre otros, por quienes ahora son mayoría y ocupan el Ejecutivo.
Hoy México cuenta con una oposición que construye, no que obstaculiza.
Una oposición que dialoga, no que fragmenta.
Porque a quienes somos demócratas, no nos da miedo ceder, si esto significa avanzar.
Aquí se viene a convencer con la fuerza de los argumentos; a sumar, no a dividir.
Y por eso también, hoy le estamos dando al gobierno las herramientas que nos han pedido y que estiman necesarias en su estrategia para atender la inseguridad. Ahora les toca dar resultados.
Porque nuestro compromiso es con la ciudadanía y haremos todo lo que esté en nuestras manos para contribuir a que viva con tranquilidad.
Compañeras y compañeros, el diálogo y los acuerdos no son una opción, son un requisito para lograr cambios de verdad.
De ahí que este Senado de la República está llamado a ser un espacio de entendimiento, en el que a partir de la pluralidad de visiones se construyan soluciones conjuntas.
Celebro que el día de hoy hagamos patente esta visión, porque todas las fuerzas políticas hemos tenido que ceder, pero al hacerlo, ha ganado México.
Esa es la política, hacer a un lado las diferencias por enfocarnos en aquello que nos une.
Acordar no nos debilita, por el contrario, nos fortalece.
Ese es el camino por el que debemos de avanzar, dejando en claro que el compromiso es con las y los mexicanos.
El compromiso es siempre y únicamente con México.
Muchas gracias.
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