«DIÁLOGO CON NAVEGANTE»
José Tomas
El Dios de Piedra de Galapagar toreaba ese 24 de abril en Aguascalientes… Al conjuro de su nombre los tendidos de la Plaza estaban abarrotados… ¡había que ver a José Tomas…!
Era el quinto toro de la corrida de aquella tarde… el sol se iba despacio y las ansias de torear de José Tomas tenían prisa
“No hay quinto malo” dice el adagio taurino…
Este quinto toro pudo ser el peor en la vida de José Tomas
José Tomás quien ya está cosido a puñaladas por los toros ha sabido dar cátedra manteniendo una quietud que espanta ante los bureles… tiene bien ganado el sobrenombre de El Dios de Piedra.
Estatuario el mandón de la tauromaquia contemporánea ha creado su propia leyenda, y éste –en Aguascalientes- era un capítulo más a la misma…
El terno era de grana y oro, el viento también llegó y el toro apareció en el ruedo…
Ahí estaban los dos… frente a frente… nada los separaría ya. Sus nombres caminarían a partir de esa fecha mas que unidos… José Tomás y Navegante…
Al inicio de la faena después de haber acudido al caballo y a las banderillas, “Navegante se manifestó con toda su raza…. Con todo su poderío.
José Tomás tomo su multa… la armó y citó al toro… Lo citaba… y “Navegante” se resistía. José Tomás -entonces- repuso el terreno, se retiró unos cuantos pases, antes de dar el pase.
El de Galapagar se cambio la muleta de mano, -de la izquierda a la derecha- ando despacio sin dejar de ver al toro, José mostró la muleta bien planch´a al cornúpeta, y acortó lo mas que pudo la distancia, citó por derecho; el toro embistió y volvió pronto… Un pase más y la algarabía del público al fondo era el marco bullicioso de la faena de un José Tomás a quién se le miraba ya no tan confiado. Poderoso el torero, volvió a mostrar la muleta roja… “Navegante” no centraba su mirada en ella, su cornamenta parecía afilarse con el viento. El de la ganadería De Santiago le “avisó” como con un guiño, con una mirada como quién entrega una flor envenenada… José Tomás volvió a enmendar el terreno… plantó bien las zapatillas y tiró del toro… “navegante” embistió, fuerte, poderoso… y… se revolvió de inmediato… un sabor agrio se sintió en el ruedo.. José Tomás no se amilanó y le dio otro pase… uno más.. ¡un derechazo.! El toro pasó y se armó de inmediato… los pitones eran lanzas retadoras, José Tomas hizo lo que parecía imposible; ¡un cambio de mano! Con un toro que volvía pronto… un burel que sabía lo que dejaba atrás y ¡sucedió! “Navegante” se revolvió de manera inesperada y con instinto feroz cogió al torero… ¡la cornada llegó! El dios de Galapagar rodo por el ruedo con la sangre brotándole a borbollones… Las infanterías llegaron en su auxilio, la confusión y el drama envolvieron al redondel… José Tomás estaba mal herido y se temió por su vida… De las bocinas de la plaza se escuchaba la petición de sangre para el torero herido… José Tomás se moría…!
Esto sucedió el 24 de abril de 2010 en Aguascalientes.
En el libro Diálogo con Navegante leeremos los testimonios y narrativa de varias plumas en torno a éste dramático suceso…
¡Desde luego! Leeremos también el diálogo que sostiene José Tomás con el toro Navegante de la ganadería De Santiago, después de la convalecencia del diestro.
José Tomás volvió a los ruedos y sigue dejando huella tarde a tarde
Un libro indispensable el de ésta semana…
Libro editado por José Tomás Fundación y la editorial app