Cerca de 5 mil indígenas rarámuri o tarahumaras bajaron este sábado hasta Río Oteros para recibir los paquetes de ayuda humanitaria que anualmente entrega la Cruz Roja Mexicana.
RÍO OTEROS, CHIHUAHUA. – Ermina se prepara para subir la barranca. Con su rebozo carga una caja llena de platos, vasos y cubiertos, en su mano derecha lleva a su hija la más chica y, con la izquierda, apoya una despensa en su cadera.
Caminar cuatro horas para recibir una ayuda humanitaria y cinco más por la subida de regreso a su hogar no es nada para la artesana rarámuri originaria de San Luis de Majimachi, una comunidad en la que asegura “no hay ni pa’ comer”.
En su casa viven tres personas, pero las artesanías ya no son suficientes para mantener a su familia. Triste, reconoce que cada año llegan menos turistas al municipio de Bocoyna y quienes le compran llevan muy poco.
En frases cortas, Ermina cuenta que tejer un ware (cesto de palma y pino) le toma hasta dos días según el tamaño, en venderlo puede tardar hasta una semana en temporada baja. Es por eso que la carga en su espalda se vuelve ligera.
Como ella, cerca de 5 mil indígenas rarámuri o tarahumaras bajaron este sábado hasta Río Oteros para recibir uno de los paquetes de ayuda humanitaria que anualmente entrega la Cruz Roja Mexicana en la Sierra Tarahumara, como parte de su Plan Invernal.
En total se entregaron 500 kits de cocina, mil cobertores, mil despensas con alimento para que una familia de cinco integrantes pueda alimentarse adecuadamente una semana, así como paquetes de ropa y juguetes.
Desde hace 20 años, la Cruz Roja lleva apoyos a comunidades indígenas que, históricamente, han sido un foco de atención prioritaria por el grado de pobreza, desigualdad y violencia en el que están inmersas.
A esa situación se suma el grado de vulnerabilidad en el que se encuentran las familias rarámuri ante las temperaturas de frío extremo que durante el invierno oscilan entre los menos 5 y menos 10 grados centígrados.
Este año, la institución entregó apoyos a cerca de mil 500 familias de las comunidades Tallarachi, Huiyochi, Wajurana y San Luis de Majimachi, municipio de Bocoyna, ubicado en el corazón de la Sierra Tarahumara.
“Esta ayuda es totalmente gratuita, totalmente independiente, es para que la disfruten ustedes con su familia y se las mandan los mexicanos que son benefactores de la propia institución y que siempre están con nosotros”, aseguró el presidente nacional de la Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga Cárdenas, quien encabezó la entrega.
Acompañado de su esposa Carmen Lebrija de Suinaga, presidenta Nacional de Damas Voluntarias, agradeció el apoyo que recibió la Cruz Roja por parte del DIF Estatal para llevar más alimento, ropa y juguetes para las familias rarámuri.
En su discurso reconoció el trabajo que realiza el delegado estatal Eduardo Baca y su equipo de consejeros, así como el compromiso de los jóvenes voluntarios de la Cruz Roja.
En la ceremonia de entrega estuvieron la coordinadora estatal de Damas Voluntarias Lourdes Fernández de Baca, el gobernador de Chihuahua Javier Corral y su esposa Cinthia Chavira Gamboa, así como el alcalde de Bocoyna Héctor Rochín.
La Cruz Roja informó que los paquetes se enviaron de la Ciudad de México con el apoyo de Ferrocarriles Mexicanos. En la descarga y traslado desde Creel hasta Río Oteros, donde se realizó la entrega, participaron 20 voluntarios juventinos.
Con información de: https://heraldodemexico.com.mx/