Las nuevas petroleras son un cheque en blanco
- Los inversores se dirigen a las SPAC, pero pocos altos ejecutivos del sector le entran al juego.
México, 11 de febrero del 2019.- En los últimos dos años, la forma más candente de comenzar una compañía petrolera en Estados Unidos ha sido pidiéndole a inversores escribir un cheque en blanco. Solo lanza una Compañía de Adquisiciones de Propósito Especial (SPAC, por sus siglas en inglés), que no tiene otra función que recaudar dinero y luego hallar un negocio energético para adquirir o fusionar.
¿Por qué comprarían los inversores acciones en una compañía así? Si la SPAC es operada por un importante ejecutivo energético con un historial para detectar bienes valuables en áreas petroleras, sería una oportunidad para llegar pronto a un gran pacto.
Mark Papa, quien convirtió a EOG Resources en un gran explorador petrolero, ayudó a lanzar el movimiento en 2016, dejando el retiro para dirigir una SPAC que recaudó 500 millones de dólares en su oferta pública inicial (OPI) y adquirió el negocio de campos petroleros para convertirse en el Centennial Resource Development de hoy en día. A eso le siguió un quién es quién en la industria. En 2017, ocho compañías de cheque en blanco se crearon, incluidas dos por exdirectores de otros productores de shale y un expresidente de Schlumberger, la compañía de servicios en campos petroleros más grande del mundo.
El problema es que no hay tantos ejecutivos retirados como Papa. En 2018, solo cuatro compañías energéticas se fundaron, según SPAC Analytics. Entre los líderes de una SPAC que fue lanzada hace poco están un exlegislador ruso exiliado y una estrella de póker.
Las compañías de cheque en blanco tienen sus raíces en el auge de las inversiones ‘penny-stock’ de los años ochenta; para el final de la década representaban 70 por ciento de las transacciones. Muchos accionistas vieron que su dinero fue malversado en esquemas sin valor. El Congreso y la Comisión de Bolsa de Valores de EU interfirieron con nuevas protecciones en los noventa.
Las ganancias recaudadas en una OPI de compañías de cheque en blanco no pueden usarse hasta que identifica una adquisición que permita que los accionistas la aprueben o no.
Luego llegó el auge. Las bajas tasas de interés hicieron que las SPAC fueran más atractivas y tenían el potencial de un mayor beneficio en una buena adquisición. Los reguladores también suavizaron las reglas de emisión de nuevas acciones. Particularmente en energía, las SPAC ofrecían una forma para desbloquear capitales que habían sufrido tras el desplome de los precios del crudo en 2014. Las firmas de inversión en capital privado, incluida Riverstone Holdings LLC y TPG Capital LP, se unieron con petroleros. Grandes firmas de Wall Street, como Goldman Sachs, Citigroup y Credit Suisse, participaron como aseguradoras, y sumaron credibilidad y marketing. “Muchos de estos jugadores de shale son bastante bien entendidos”, afirmó Nick Volmer, vicepresidente de investigación energética en la consultora Energy Group. “Lo único que quería la gente era un equipo gerencial que supiera cómo trabajar los recursos”.
Con las tasas al alza, las compañías de cheques en blanco más nuevas no son tan atractivas para invertir. También les han pedido a los inversores apostar en directivos menos experimentados. Trident Acquisitions Corp., una SPAC lanzada en mayo con una OPI de 201 millones de dólares, es dirigida por Ilya Ponomarev, quien trabajó para Schlumberger y fue vicepresidente del exgigante ruso Yukos.
Su salto a la fama fue en 2014 cuando, como miembro del parlamento ruso, fue el único en votar en contra de la anexión de Crimea, en el sur de Ucrania, a Rusia. Tras ser acusado de malversar fondos de una tecnológica financiada por el gobierno, huyó a Kiev donde vive bajo protección de los servicios de seguridad ucranianos. Ahora, busca exploraciones petroleras en Europa del Este utilizando técnicas de perforación de estilo estadounidense. Trident ha estado en conversaciones con varias compañías hambrientas por tener acceso a la inversión estadounidense, afirma Ponomarev.
Los inversores energéticos en 2018 también podían apostarle a Black Ridge Acquisition, una SPAC financiada por una firma petrolera cofundada por Lyle Berman, un magnate de casino en Las Vegas y miembro del Salón de la Fama de Póker. Berman recaudó más de 2.5 millones de dólares en el juego y ayudó a fundar el World Poker Tour. En una entrevista, señaló que él y sus socios vieron una oportunidad en propiedades petroleras subvaluadas en EU y estaban en busca de bienes.
Eso fue antes de que los precios del crudo cerraran el año con una caída del 41 por ciento. En diciembre, Black Ridge anunció que había encontrado un acuerdo más cerca a las raíces de Berman. La compañía acordó adquirir un negocio de entretenimiento deportivo electrónico, así como WPT Enterprises, que dirige el World Poker Tour, por unos 150 millones de dólares.
Berman ayudó a WPT a cotizar en 2004. En un comunicado, Black Ridge mencionó la historia de Berman con WPT y aseguró que el acuerdo hacía sentido por un “crecimiento potencial muy significativo”.
En agosto, la firma de capital privado Apollo Global Management LLC lanzó el Spartan Energy Acquisition Group en una OPI de 552 millones de dólares sin un equipo gerencial. Apollo tiene una larga historia de financiamientos exitosos en compañías energéticas, apunta Greg Beard, socio en la firma con sede en Nueva York. La firma quiere dejar la puerta abierta para escoger a los mejores activos y después seleccionará a sus ejecutivos.
Otros financiadores siguen ese camino, explica E. Ramey Layne, un socio de la firma legal Vinson & Elkins LLP, con sede en Houston, Texas. “Así puedes ser más ágil”, asegura Layne.
Aun así, comprar la empresa es solo el inicio y algunas compañías de cheques en blanco han batallado para generar suficientes retornos luego de las adquisiciones, dice Vincent Piazza, un analista de Bloomberg Intelligence. En diciembre, Alta Mesa Resources, un productor de shale que era parte de un acuerdo SPAC, despidió a sus altos ejecutivos cuando su precio de acción cayó a un dólar. James Hackett, el exjefe de Anadarko Petroleum, quien ayudó a vender la SPAC a inversores, será director general interino. “Estamos muy lejos de haber terminado con el modelo SPAC”, añade Subash Chandra, analista energético en Guggenheim Securities LLC. “Pero lo que sí me pregunto es cuántos nombres de la lista principal quieren regresar e involucrarse en la fundación de una nueva compañía”.
Foto: Shutterstock
Texto: Alex Nussbaum, Kateryna Choursina y Ryan Collins | Bloomberg