Un nuevo estudio aporta evidencia sobre los riesgos de fumar cerca de niños e infantes
30 mar 2015
(CNN) — Hay un número creciente de evidencia que indica que la exposición de los niños al humo de cigarro incrementa su riesgo de padecer enfermedades cardiacas de adultos.
Los investigadores encontraron que el solo hecho de tener un padre que fuma, pero que trata de limitar la exposición de sus hijos a su humo, incrementa el riesgo del niño de padecer una enfermedad cardiaca casi el doble del riesgo de un niño cuyos padres no fuman, según el estudio publicado esta semana enCirculation.
Para los niños cuyos padres fuman frente a ellos, y no limitan realmente su exposición al humo, el riesgo de enfermedad cardiaca es cuatro veces mayor que el de los hijos de no fumadores.
Los investigadores siguieron a más de 1,500 niños finlandeses por 20 años. Primero recolectaron datos entre 1980 y 1983, midiendo el nivel de cotinina en su sangre. La cotinina es un subproducto que se queda en la sangre después de ser expuesto a la nicotina.
Los investigadores hicieron un chequeo de nuevo en 2001 y 2007 para medir los niveles de placa arterial en los ahora adultos. Los niños que tuvieron mayores niveles de cotinina también tuvieron niveles mayores de placa carótida de adultos. Un cúmulo de placa puede desencadenar enfermedades cardiacas.
«Este estudio aumenta la evidencia que la exposición a humo de segunda mano durante la infancia aumenta el riesgo de enfermedades del corazón en la adultez,” dijo Stanton Glantz, un profesor de la Universidad de California, del Centro de Investigación, Educación y Control de Tabaco de San Francisco.
De acuerdo con el Centro de Prevención de Enfermedades, cerca de 60% de los niños entre 3 y 11 años están expuestos a humo de segunda mano y lo más probable es que sean expuestos a él en casa.
Para reducir la exposición de los niños al humo de segunda mano, no fumes frente a niños, elige cuidadores y niñeras que no fumen en frente de ellos e incluso si tú no fumas en frente de los niños, asegúrate de cambiar tu ropa después de fumar, en especial si vas a estar cerca de niños o infantes.