El cáncer ginecológico puede ser fácilmente confundido con otras enfermedades: ¿cuáles son sus síntomas?
Se calcula que el cáncer que afecta a los órganos sexuales representa el 19 % de los diagnósticos de cáncer anuales, alrededor del mundo. Esta incidencia se puede explicar por el tiempo que tarda este tipo de cáncer en ser descubierto, ya que sus síntomas pueden ser fácilmente confundidos con otras condiciones menos complejas y peligrosas. Entre antes se diagnostique el cáncer, menos dañino y más efectivo resulta el tratamiento.
El cáncer ginecológico engloba todos los tipos de cáncer que pueden afectar el cuello del útero, los ovarios, la vagina, la vulva y el endometrio. Con esta guía podrás entender cómo aparece cada uno de ellos, sus principales síntomas y qué hacer para detectarlos más fácilmente.
Cómo identificar los tipos de cánceres ginecológicos
Cáncer de cuello de útero
Es el tercer tipo de cáncer más común entre las mujeres (el primero es el cáncer de mama), y una importante causa de muerte por cáncer, especialmente en países de bajos y medianos ingresos. En la gran mayoría de los casos, el tumor está causado por el virus del papiloma humano, que se transmite a través de las relaciones sexuales. Para evitar la enfermedad, además de vacunarse contra el virus, se debe tener relaciones con protección.
Los síntomas más frecuentes incluyen flujo con olor fuerte y diferente coloración, sangramiento vaginal (fuera del período menstrual) y dolores durante las relaciones sexuales. En los casos más graves, se pierde mucho peso de forma repentina, y se experimenta falta de aire.
Cáncer de ovario
Es menos frecuente y más difícil de ser diagnosticado, dado que en su fase inicial no presenta síntomas específicos. En el 75 % de los casos, los tumores malignos del ovario se manifiestan cuando han llegado a un estado más avanzado.
Aumento del volumen abdominal, constipación o diarrea, dolor difícil de localizar, y masa abdominal palpable son algunos de los síntomas que puede provocar el crecimiento del tumor. Hacerse exámenes ginecológicos de rutina puede ayudar a diagnosticar el cáncer antes de que se vuelva peligroso. Cuando se lo diagnostica, los médicos indican una cirugía para averiguar el estado del cáncer y cuál será la mejor estrategia para tratarlo.
Cáncer de endometrio
El principal síntoma que presenta este tipo de cáncer es el sangrado uterino anormal, especialmente después de la menopausia. Si el diagnóstico observa una alteración en el endometrio, se debe realizar una biopsia para llegar a un diagnóstico certero.
La aparición de este tipo de cáncer es relativamente frecuente: se recomienda a las mujeres estar atentas al sangrado después de la menopausia para descartar la sospecha de padecerlo.
Cáncer de vagina
Este tipo de cáncer sí es menos frecuente, representando apenas el 1 % de los diagnósticos de cáncer ginecológico. Entre los síntomas se encuentran flujo con mal olor, sangrado fuera del período menstrual, dolor al tener relaciones sexuales, sangrado después del contacto íntimo y ardor al orinar, síntomas también comunes en otras condiciones menos dañinas, como las infecciones vaginales.
El parecido de las características de este tipo de cáncer con problemas menos graves es uno de los factores que dificultan su diagnóstico. El tratamiento para el cáncer de vagina varía de acuerdo con cada paciente, indicándose métodos quirúrgicos o radioterapia para tratar de curarlo.
Cáncer de vulva
Este cáncer afecta al órgano genital externo de la mujer, que rodea la salida del canal urinario y la vagina. Es más común luego de la menopausia, aunque puede aparecer también en mujeres más jóvenes.
Debido a este tipo de cáncer, pueden aparecer manchas o heridas que no cicatrizan, que no desaparecen y que van aumentando con el tiempo en la región, por lo que es importante consultar a un médico. El tratamiento suele ser una cirugía que consiste en la remoción del tumor, dado que se encuentra en un órgano externo.
Con información de: https://www.vix.com/