8 columnas

23 de Abril del 2018.

Reforma

Tunden a AMLO; domina Anaya.
Una andanada de cuestionamientos contra Andrés Manuel López Obrador sobresalió sobre las propuestas en el primer debate presidencial. La ventaja la sacó el frentista Ricardo Anaya, quien exhibió datos, citas de libros y fotografías, cuestionando principalmente al tabasqueño. Con tres moderadores y un formato que permitió una mayor interacción entre candidatos, el primer debate organizado por el INE tuvo -de acuerdo con contabilidad de REFORMA- 88 acusaciones, 50 de ellas dirigidas contra el candidato de la Coalición Juntos Haremos Historia, de las cuales apenas respondió 11.

El Universal

Todos contra AMLO, en debate ágil.
El primer debate presidencial rumbo a la elección del próximo 1 de julio se llevó a cabo la noche de ayer con una tónica: los ataques de todos los adversarios al puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador. En el Palacio de Minería, el primero de los tres debates sirvió para medir fuerzas frente a frente. López obrador recibió críticas en torno a sus propuestas de amnistía a criminales y su relación con personajes corruptos en su proyecto político como Elba Esther Gordillo, Napoléon Gómez Urrutia y René Bejarano. El tabasqueño esquivó algunos de los golpes de sus rivales, a quienes acusó de ‘echarle montón’, aunque otros sí los contestó.

Milenio

Debate: propuestas, ataques… chistoretes.
Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez protagonizaron anoche el primer debate entre los candidatos a la Presidencia de la República y durante dos horas confrontaron ideas, cruzaron acusaciones, delinearon propuestas, intercambiaron chistoretes y hasta deslizaron alguna ocurrencia. Bajo un nuevo formato en este tipo de ejercicios, los cinco aspirantes presidenciales centraron sus baterías en temas como la amnistía a líderes del crimen organizado, el combate a la corrupción y la impunidad, así como la revocación de mandato en caso de incumplir las promesas de campaña.

Ahora sí debatieron.
Corrupción, uso de prerrogativas de los partidos, fiscal anticorrupción, el caso Odebrecht, la amnistía y la revocación de mandato fueron los puntos álgidos durante el primer debate presidencial 2018, realizado en el Palacio de Minería. El formato de este debate, a diferencia de los ocurridos en elecciones previas, permitió un mayor intercambio de señalamientos entre los cinco candidatos. José Antonio Meade, Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador y Jaime Rodríguez entablaron una discusión sobre la propuesta de amnistía del tabasqueño, quien recibió cuestionamientos de todos los candidatos.

Jornada

Todos contra AMLO.
El primer debate presidencial se definió ayer entre la ausencia de nuevas propuestas para poner fin a la inseguridad y la violencia en México, y lo recurrente de las críticas al peligro que representan las ideas de Andrés Manuel López Obrador, quien terminó por reprochar a sus opositores: me están echando montón. Los cinco candidatos presidenciales presentaron visiones distintas sobre las medidas a aplicar para resolver los altos índices de criminalidad: de la ocurrencia de Jaime Rodríguez Calderón, de integrar una FBI a la mexicana, a la necesidad -expresada con sus matices por José Antonio Meade, Margarita Zavala y Ricardo Anaya- de continuar con el respaldo de las fuerzas armadas, y la insistencia de López Obrador de hacer todo para garantizar la paz.

Fue un ensayo de golpes y evasivas.
A 24 años de que fuera televisado el primer debate presidencial en México (Zedillo, Cevallos y Cuauhtémoc Cárdenas), de cara a las elecciones 2018 el nuevo formato dio dinamismo al encuentro. Los candidatos, sin embargo, insistieron en arrastrarlo al pasado: más descalificaciones que propuestas. El candidato oficial ataca a López Obrador en muchas de sus intervenciones. Argumenta que el tabasqueño esconde la propiedad de tres departamentos. Meade, tenso y casi sin gesticular, se reitera como la mejor opción por su preparación y su larga trayectoria en la administración pública. El ganador del primer debate se retira sonriente. Los suyos lo cobijan con abrazos y vítores. La escena se repite en cada uno de los cuartos de guerra de las campañas.

Acorralan a AMLO… y él no contesta.
El puntero en prácticamente todas las encuestas rumbo a la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador, fue objeto anoche de cuestionamientos casi unánimes de sus adversarios, quienes literalmente lo ­acorralaron en cada uno de los temas del primer debate entre los cinco candidatos, como el de su propuesta de amnistía a los narcotraficantes, la corrupción en su equipo más cercano, la revocación de mandato, y su idea de nombrar él mismo al Fiscal General Autónomo. Ricardo Anaya, abanderado de la alianza PAN-PRD-Movimiento Ciudadano; José Antonio Meade, del PRI-PVEM y Nueva Alianza, y los independientes Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, y Margarita Zavala, lograron que el tabasqueño resintiera la embestida al grado que, antes de la primera mitad del encuentro, López Obrador reclamó que todos le estuvieran “echando montón”.

Todos contra la corrupción.
El tema de la corrupción marcó el primer debate entre los candidatos presidenciales. José Antonio Meade, Jaime Rodríguez, Ricardo Anaya, Margarita Zavala y Andrés Manuel López Obrador se lanzaron acusaciones sobre presuntos malos manejos y también propusieron medidas para combatirla como la revocación del mandato, el fortalecimiento del sistema anticorrupción, la muerte civil y hasta cortar las manos a quien robe dinero público. El formato definido por el INE permitió que los abanderados fueran cuestionados por los moderadores Denise Maerker, Sergio Sarmiento y Azucena Uresti sobre los temas que los han perseguido en la campaña durante las dos horas que duró el ejercicio realizado en el Palacio de Minería de la Ciudad de México.

Evaden y se acusan, en el primer debate.
El primer debate de los candidatos presidenciales terminó en evasivas a los ataques, acusaciones y cuestionamientos. Los rivales no lograron sacar de su guión al puntero de las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, quien evitó contestar los cuestionamientos sobre la postulación de sus polémicos candidatos de Morena, como Napoleón Gómez Urrutia; de su pacto con Elba Esther Gordillo; la contratación de la aeronave para su campaña; el nepotismo con su familia en el partido; su pasado priista; su propuesta de amnistía, entre otros.

Mucho ruido, pocas nueces.
El cruce de críticas y acusaciones fue de un lado a otro. Los ataques se centraron en Andrés Manuel López Obrador, aspirante de Juntos Haremos Historia. Hubo señalamientos de ambición de poder, falta de transparencia en sus bienes, el usufructo familiar de Morena, mala gestión como jefe de Gobierno del Distrito Federal y la insistencia sobre dar claridad a sus propuestas, principalmente la amnistía a delincuentes. En seguridad, los señalamientos cruzaron las administraciones de PAN y PRI, partidos que han gobernado en los últimos 12 años, periodo en el que se lanzó, además, la llamada guerra contra el narcotráfico.

Ortega da marcha atrás ante la ola de violencia en Nicaragua.
La represión de las fuerzas antidisturbios y las huestes motorizadas del Gobierno no lograron impedir que Nicaragua viviera ayer su quinta jornada consecutiva de manifestaciones contra la reforma de la Seguridad Social impuesta por el presidente Daniel Ortega. Los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes dejaron una treintena de muertos, entre ellos un periodista que informaba en directo de los hechos, y un recrudecimiento de los saqueos y el vandalismo. Ortega decidió anoche revocar la medida con la que pretendía reducir las pensiones un 5% y aumentar las contribuciones de empresas y trabajadores para lograr una recaudación de 250 millones de dólares.

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