UE contempla impuesto de hasta 5.0 por ciento para compañías digitales
21 de marzo del 2018.- La Unión Europea (UE) contempla someter a compañías digitales, como Google, Facebook y Amazon, a un “impuesto digital” de hasta 5.0 por ciento sobre sus ingresos, con lo que recaudaría unos siete mil millones de euros (unos 8.6 mil millones de dólares) anuales.
La idea fue presentada este miércoles en Bruselas por el comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, quien defiende la importancia de hacer a esas multinacionales sin fronteras pagar su justa contribución a los países donde actúan.
Actualmente nueve de las 20 mayores empresas del mundo que cotizan en los mercados bursátiles son digitales, en comparación con una de 20 hace 10 años.
Esas empresas pagan actualmente una tasa impositiva media de 9.5 por ciento en la UE, mientras que para las tradicionales el promedio es de 23.2 por ciento.
“Nuestra normativa pre-Internet no permite a los países miembros gravar a las empresas digitales que operan en Europa si tienen escasa o nula presencia física aquí. Esto representa un agujero negro en constante expansión para los países miembros, ya que ven socavada su base imponible”, afirmó Moscovici.
El nuevo impuesto se aplicaría a las empresas que facturen más de 750 millones de euros (unos 921 millones de dólares) a nivel mundial y 50 millones de euros (unos 61.4 millones de dólares) en Europa.
Bruselas deja a los países la decisión sobre el valor del impuesto, entre 1.0 y 5.0 por ciento de los ingresos, pero se decanta por fijarlo en 3.0 por ciento, lo que aportaría cinco mil millones de euros (unos 6.1 millones de dólares) anuales al presupuesto comunitario.
En paralelo, el Ejecutivo sugiere también reformar las normas sobre el impuesto de sociedades a fin de que se declaren y graven los beneficios en el país donde las empresas lleven a cabo una “interacción significativa con los usuarios” mediante canales digitales.
La presencia de la empresa digital en la UE se establecería con base en una de tres condiciones: facturar más de siete millones de euros (unos 8.6 millones de dólares) en un país europeo, tener más de 100 mil usuarios en un país europeo durante un ejercicio fiscal, o generar más de tres mil contratos de servicios digitales con usuarios en un ejercicio.
Los beneficios corresponderían al país donde el usuario se encuentra en el momento del uso de la red, de modo que se garantice un vínculo real entre el lugar donde se obtienen los beneficios digitales y el en que se gravan.
Esta constituye la solución a largo plazo preferica de la Comisión Europea (CE), mientras que el impuesto sería una “solución provisional” a corto plazo.
Las propuestas legislativas aún tienen que ser validadas por los gobiernos de los 28 países europeos. Un primer debate tendrá lugar este jueves y viernes, cuando se reunen en Bruselas para su cumbre de primavera.
Sin embargo, el camino hasta la posible aprobación será largo, ya que la idea divide la mancomunidad en dos grupos, según explicó una fuente diplomática.
Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España, las cinco mayores economías europeas, están a favor del nuevo gravamen, al que se oponen Irlanda, Austria y Luxemburgo, países que suelen ofrecer generosos acuerdos fiscales para atraer empresas extranjeras.
Bruselas hubiera preferido que las normas se acordaran a nivel mundial, en el marco de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), como piden los países más reticentes.
Sin embargo, la falta de avances en ese sentido la impulsó a actuar al considerar que “el volumen actual de beneficios no gravados es inaceptable”, explicó el vicepresidente de la CE responsable del Euro, Valdis Dombrovskis.
Moscovici apeló para la colaboración de los Veintiocho señalando que las medidas “harían de la UE un líder mundial en el diseño de normativa fiscal adecuada para la economía moderna y la era digital”.
Notimex