19-S, entre la esperanza y el largo camino para la reconstrucción
Ciudad de México, 08 de abril del 2019.- A un año y medio del sismo del 19 de septiembre de 2017 (19-S), que dejó a miles de personas sin hogar en la Ciudad de México, y tras dos censos, se sabe que permanecen sin atención 11 mil 739 unifamiliares y 313 edificios, para los cuales se ha creado un Plan Integral de Reconstrucción, que cuenta con un presupuesto de cuatro mil millones de pesos.
Los damnificados de vivienda unifamiliar que permanecen sin hogar, hacinados, rentando o habitando propiedades en riesgo de colapso suman 45 mil 782, ello, al considerar la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que promedia 3.9 habitantes por vivienda en el país.
A esa cifra se deben sumar las personas que habitaban un edificio, cuyo número aún no sido determinado por las autoridades.
Del total de viviendas unifamiliares 9.0 por ciento se encuentran en alto riesgo de colapso, 14 por ciento en alto riesgo, 68 por ciento en riesgo medio y 9.0 por ciento requiere revisión para conocer el peligro que representan.
Las tres alcaldías con mayor número de viviendas unifamiliares son: Iztapalapa con seis mil 177, Tláhuac con dos mil 212 y Xochimilco con mil 799 que, en conjunto representan 86.78 por ciento de las casas. Mientras que las demarcaciones con menor número de viviendas registradas son Azcapotzalco con cinco, 20 en Cuajimalpa de Morelos y 27 en Cuauhtémoc.
En Iztapalapa las casas afectadas se encuentran distribuidas en 160 colonias de las 277 que tiene la demarcación, es decir en 61 por ciento del territorio de la alcaldía.
Del total de viviendas en Tláhuac, 573 se encuentran en alto riesgo de colapso, mientras que mil 426 pueden ser rehabilitadas, tan solo la colonia Del Mar, una de las más devastadas, concentra 445 casas afectadas y tuvo que ser dividida para su atención en nueve cuadrantes.
En Xochimilco, el pueblo de San Gregorio Atlapulco fue uno de los más dañados y hasta la fecha hay 651 viviendas que deberán de ser atendidas en el lugar, a ellas, se suman otras mil 148 distribuidas en 64 colonias.
En Álvaro Obregón hay 18 colonias en las que permanecen 40 viviendas con afectaciones de diversos grados; en Cuajimalpa hubo 500 viviendas afectadas tras el terremoto, sobre todo en las zonas de laderas; sin embargo, sólo 20 que mantienen afectaciones serán atendidas por la administración actual.
En La Magdalena Contreras hay 83 casas afectadas, la mayoría se concentran en las colonias El Ocotal y San Nicolás Totolapan; en Tlalpan hay 108 casas que en su mayoría requieren rehabilitación.
También hay casas afectadas en el corazón de la colonia Escandón, en Miguel Hidalgo, ahí permanecen cuatro viviendas en alto riesgo y una en riesgo de colapso; mientras que en la colonia San Miguel Chapultepec hay cuatro casas en alto riesgo.
En la colonia Guerrero, de la Cuauhtémoc, serán atendidas cuatro casas que se encuentran a punto de colapsar y en Buenavista tres; en Gustavo A. Madero la colonia Nueva Atzacoalco fue una de las más afectadas con 39 viviendas aún sin atención de las cuales 10 se encuentran en alto riesgo de colapso.
La colonia Valle Gómez, en Venustiano Carranza, es otra de las más afectadas, en ella 15 viviendas están a punto del colapso; en tanto, en la colonia Morelos son 16; en la Narvarte Oriente, de Benito Juárez, hay 15 casas en riesgo medio para rehabilitación mediante reforzamientos y su vecina la Narvarte Oriente tiene siete en el mismo estado.
En Coyoacán hay cuatro viviendas a punto del colapso en las colonias Parque San Andrés, Avante, Campestre Coyoacán, Santa Cecilia; en Iztacalco hay 25 en la Agrícola Oriental, clasificadas con alto riesgo; mientras que en Milpa Alta la colonia San Bartolome Xicomulco es la que concentra el mayor número de casas afectadas con 53.
El largo camino de los damnificados
Después del sismo fueron atendidos de manera inmediata los predios en los que hubo fallecidos, especialmente para recuperar sus cuerpos; luego los que por el riesgo que implicaban fueron demolidos, pero quedaron en el olvido aquellos ubicados en la periferia de la capital, los que en medio del caos no fueron registrados en el primer censo, realizado por la anterior administración.
Además aquellos que no pudieron tener una intervención por que los habitantes no tenían documentos para comprobar la propiedad y los predios localizados en terrenos con grietas en los que no es posible su reconstrucción, entre otras causas.
Se crearon diversas organizaciones, entre ellas Damnificados Unidos, una de las más visibles por el número de afectados que ha reunido, que se calcula en 20 mil; además se realizaron manifestaciones, marchas, plantones y hasta bloqueos en la calle para ser considerados en la reconstrucción.
En el proceso, los damnificados se reunieron con autoridades, en particular para determinar el tamaño de las viviendas, toda vez que el gobierno capitalino ofreció de manera gratuita hasta 65 metros cuadrados, por lo que en algunos casos, cuando los vecinos requerían un mayor espacio tuvieron que redensificar las viviendas, es decir, construir más departamentos para pagar con los recursos de su venta los metros de construcción adicionales.
Una nueva estrategia
Luego de asumir la administración del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum presentó el Plan Integral para la Reconstrucción de la Ciudad de México, que tiene como premisa el derecho a la vivienda digna y adecuada como un derecho humano.
Además, se creó la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México, encabezada por César Cravioto, que entre sus acciones integra reuniones periódicas con damnificados para conocer sus necesidades, recorridos, asambleas y entrega de tarjetas para dispersar los recursos de apoyo a rentas.
Además de dividir en 195 cuadrantes las zonas afectadas, cada uno con un promedio de 50 viviendas a fin de iniciar la llamada “Reconstrucción Masiva” de la capital del país.
Cada cuadrante cuenta con una empresa constructora, que fue elegida tras una convocatoria; con una compañía supervisora, un director responsable de obra, un enlace de la Comisión, un notario y un especialista de geotécnica en zona de grietas.
Asimismo, cada sección tiene una orden de trabajo distinta, de tal manera que no todas las casas se reconstruirán al mismo tiempo, ya que cada una se encuentra en distintas fases del proceso, que contempla evaluación, demolición, legalización de la propiedad y reconstrucción final.
Con este plan, en lo que resta del año, se estima se reconstruirán 25.6 por ciento de las viviendas con lo que 50 cuadrantes quedarían concluidos y para el próximo año, el trabajo continuará con el objetivo de que en la primavera de 2020 todos los damnificados regresen a su hogar.
En cuanto a los 313 edificios afectados por el sismo; 103 están por ser reconstruidos y 210 se rehabilitarán o reforzarán. Del total, 70 serán reconstruidos con recursos del Fideicomiso para los afectados, 22 de la Fundación Slim y 11 del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (Invi).
Hasta el momento se han entregado cuatro edificios rehabilitados, 61 obras se encuentran en proceso, de las cuales 12 se entregarán en abril, 56 viviendas iniciarán su rehabilitación entre abril y junio, y 89 permanecen en proceso de proyecto ejecutivo.
Para la reconstrucción de la Ciudad de México este año se tiene contemplado un presupuesto destinado por el gobierno local de cuatro mil millones de pesos, es decir el equivalente al presupuesto anual de las alcaldías Cuajimalpa y Coyoacán, más aportaciones de fundaciones como Provivah, Convives y Slim.
Prometen transparencia en reconstrucción
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México y el equipo de trabajo de la Comisión para la Reconstrucción detectaron irregularidades en el precio de las demoliciones que realizó la administración anterior, ya que pagaron hasta dos mil pesos por metro cuadrado cuando ahora el precio es de 550 pesos, lo que a decir de Sheinbaum tiene que ver con el trabajo de funcionarios honestos y a que “no hay moches”.
Además, se ha logrado un ahorro de 600 millones de pesos en proyectos de redensificación con costo al erario público. “Es increíble que hayan hecho corrupción de un recurso tan sensible de lo que estaba ocurriendo en la ciudad”, aseguró.
En diversas ocasiones la jefa de gobierno se ha manifestado a favor de la transparencia en el proceso de reconstrucción; existe una plataforma con datos abiertos y han sido públicos los procesos de selección de las empresas constructoras participantes.
Asimismo, la Comisión para la Reconstrucción de la Ciudad de México informa, por escrito, de manera mensual al Congreso los avances de los recursos disponibles, así como su aplicación o egreso en programas y acciones de reconstrucción, recuperación, y transformación de la capital para su debido análisis, seguimiento, control y fiscalización.
Texto y Foto: Notimex