Paso a Desnivel
David Cárdenas
Rabindranath Tagore
Un poeta necesario
Su obra Gitánjali (Ofertorios), mereció el Nobel de Literatura en 1913. Fue el primer no europeo en recibirlo. El escritor indú Rabindranath Tagore, fue diverso. Escribió cuentos cortos, ensayos, poesías, novelas y dramas. También pintó y compuso canciones. E influenció el movimiento que en 1947 liberó a la India de Gran Bretaña.
El filólogo Enrique Gallud retrata a Tagore como el “indio más universal y prolífico”, por la difusión de su obra en occidente. De familia terrateniente, el bengalí forjó el Renacimiento hindú, llamándole “El líder de los indios”, “El gran centinela de la india”.
La narrativa y el reformismo de Rabindranath, según Gallud, permitió que la India ya no fuese más, calificada como una nación delgada en lo cultural.
Era un artista, que transmitió sus emociones de forma innovadora, subraya Gallud, quien también creó ell estilo musical llamado Rabindra Sangeet, que “vinculó el arte con el misticismo”, destacando su prosa poética, que derivó en el modernismo occidental.
Sus obras más conocidas: Los cantos del crepúsculo, El movimiento nacional, El jardinero o Cantos de la aurora, entre otros. Asimismo, El cartero del Rey, Gora (en la que criticó los males sociales y al sistema de castas hindúes, La casa y el mundo, Pájaros perdidos, La voz de Bengala y Últimos poemas.
“No quería que los indios estuvieran acomplejados ante occidente, por una cultura teóricamente inferior o con defectos (…) Daba gran importancia a la educación. Tuvo bastantes iniciativas para mejorar el nivel cultural de sus compatriotas”, agregó que Tagore proyectó “la organización Morada de la mujer, que fue la primera universidad en el mundo, destinada a estudiar única y exclusivamente los problemas de la mujer”.
En 1915, dos años después de recibir el Nobel, Reino Unido le concedió la distinción de “Caballero del Imperio Británico”, a la que cuatro años después renunció, en protesta por la masacre de 400 personas y varios heridos, a causa de una manifestación pacífica en demanda del derecho de reunión.
“Tras esto, atacó el colonialismo (…) Con Gandhi tuvo varios choques, no hay que olvidar que Tagore no es un nacionalista, sino un internacionalista. En esto, basó su credo político”, narra Gallad.
Quien acercó a oriente con occidente culturalmente, afirmó en unas de sus frases más célebres: “Cruzamos el infinito a cada paso; nos encontramos con la eternidad en cada segundo”, y “No puedes cruzar el mar simplemente mirando al agua”.
En todo tiempo es grato leer a Rabindranath Tagore.