8 columnas

13 de Junio del 2018.

Reforma

Gana Anaya 3 a 1.
Consejeros editoriales y líderes ciudadanos convocados por Grupo Reforma consideraron que, por amplio margen, el ganador del tercer debate presidencial fue Ricardo Anaya. El candidato de la coalición Por México al Frente fue visto como ganador por 57 por ciento de los participantes en el ejercicio de análisis del debate realizado en la Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Andrés Manuel López Obrador recibió el visto bueno del 20 por ciento de los participantes, y un 19 por ciento dio el triunfo a José Antonio Meade. El ejercicio ciudadano, que contó con la participación de 408 consejeros y líderes en las tres ciudades, arrojó como perdedor del debate a AMLO (52%), seguido de Rodríguez (18%), Meade (16%) y Anaya (14%).

El Universal

Anaya y Meade se amagan con cárcel; AMLO dice no.
En el tercer y último debate entre los candidatos a la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, hubo contraste de ideas, pero prevaleció el intercambio de acusaciones, incluida la de encarcelamiento por corrupción. En el encuentro, en el Gran Museo del Mundo Maya, con un formato que usó a las redes sociales para que ciudadanos cuestionaran a los presidenciables y moderado por Gabriela Warkentin, Leonardo Curzio y Carlos Puig, el candidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, advirtió que meterá a la cárcel a Meade y a su jefe, el presidente Enrique Peña Nieto, de comprobárseles actos de corrupción.

Debate sin novedad.
Los cuatro candidatos presidenciales protagonizaron anoche su último debate, en el que detallaron propuestas, hicieron bromas, expresaron ocurrencias, cruzaron acusaciones y se confrontaron en temas como subsidios a gasolinas, refinerías, Reforma Educativa y Seguro Popular. Andrés Manuel López Obrador respondió a los señalamientos que le formularon sus contrincantes, entre ellos los nexos de sus colaboradores con Odebrecht y la asignación directa de contratos a conocidos. Tras el debate, llamó a sus seguidores a convencer a los indecisos. La labor de los moderadores obligó a que los candidatos detallaran sus respuestas a las preguntas que la ciudadanía envió vía redes sociales.

Milenio

36 ataques, 59 propuestas.
A solo 19 días de la jornada electoral, los candidatos presidenciales Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez delinearon en su tercer y último debate 59 propuestas en diversas materias, pero también cruzaron 36 ataques, principalmente por supuestos actos de corrupción. Anoche, en el Gran Museo del Mundo Maya, en la ciudad de Mérida, los abanderados a la Presidencia de la República contrastaron por más de dos horas sus planteamientos sobre crecimiento económico, combate a la pobreza, salud y educación, e intercambiaron una vez más descalificaciones y adjetivos.

Jornada

AMLO: combatiré la corrupción para poner freno a la desigualdad.
Con la pobreza y la salud como pretexto, a sabiendas de que era la última oportunidad de cambiar el rumbo de la elección, el cruce de imputaciones sobre corrupción de los contendientes se ubicó como temática real del tercer debate. Ansioso, Ricardo Anaya lanzó su resto contra Andrés Manuel López Obrador y advirtió a José Antonio Meade que lo metería a la cárcel. A pesar de los esfuerzos de los moderadores por reorientar la discusión, las fases más intensas del debate se centraron en el mutuo cuestionamiento acerca de la honestidad. El candidato de Por México al Frente, José Antonio Meade, resumió: Aquí el único que está investigado por un delito es Anaya.

Lo acusan Anaya y Meade; calla AMLO.
Sin respuesta concreta de ninguno de ellos a la pregunta de dónde saldrá el dinero para cumplir sus promesas de campaña, los candidatos presidenciales terminaron el tercer y último debate. Tampoco sin los golpes espectaculares esperados, acusaciones ni las pruebas contundentes del priista José Antonio Meade que hundirían al panista Ricardo Anaya, ambos apuntaron sus baterías en contra del puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, con dos golpes demoledores que lo dejaron callado. Certero y retador, Ricardo Anaya sorprendió al tabasqueño en una de sus intervenciones, cuando le dijo: Cuando fuiste jefe de Gobierno se le otorgaron contratos por adjudicación directa por 170 millones de pesos. ¿Si te muestro los contratos renuncias a la candidatura?

Último round; no hubo KO.
La solemnidad ganó en el tercer y último debate presidencial. Los cuatro candidatos lanzaron baterías de propuestas en materia de economía, pobreza, des igualdad, ciencia, salud y medio ambiente. Presentaron el diagnóstico pero no quedó clara la medicina. En su última presentación conjunta ante los electores, prevalecieron los ataques y las acusaciones mutuas por actos de corrupción. En el Gran Museo Mundo Maya de esta ciudad, el panista Ricardo Anaya aprovechó el escaparate para desmarcarse de la red de lavado de dinero que se le acusa con los hermanos Manuel y Juan Carlos Barreño. Se dijo víctima de una persecución porque promete enjuiciar al presidente Enrique Peña Nieto por actos de corrupción como la Casa Blanca.

Quedan a deber en último debate.
En el tercer debate presidencial no hubo sorpresas. Predominaron los chistoretes y la repetición de propuestas. Nada para nadie. Andrés Manuel López Obrador salió más pacifista y conciliador, administrando la ventaja de puntero que por 75 días no ha perdido, de trámite y sin papeles de apoyo en el debate. José Antonio Meade, Ricardo Anaya Cortés y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, enfilaron su energía en atacar al político tabasqueño, quien como de costumbre sorteó el tema con un chistecito: `¿Qué culpa tengo que estén empatados hasta abajo? Piensan que en este debate van a remontar 30 puntos que les llevo. Entiendo que están desesperados. Serenense`.

Debate propositivo y ataques desesperados.
En el último round entre los presidenciables Ricardo Anaya, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, se dieron anoche un agarrón, con golpes desesperados entre unos y otros, aunque ahora cedieron mucho más tiempo a las propuestas. En el choque frontal, que sólo tuvo uno o dos momentos de dimes y diretes y pocos chistes (El Bronco estuvo particularmente serio para sus estándares), los cuatro candidatos riñeron por ser el que más impuestos prometía eliminar, a la vez que generaban más y más gastos sociales en sus hipotéticos gobiernos.

Cambios sin carga fiscal.
Los candidatos presidenciales se comprometieron a no subir los impuestos y hasta a disminuirlos de ganar la elección del 1 de julio; discreparon sobre la eliminación de la reforma educativa y, como ocurrió en los dos ejercicios previos, intercambiaron acusaciones. En el tercero y último debate realizado en el Gran Museo del Mundo Maya de Mérida, Yucatán, José Antonio Meade acusó a Ricardo Anaya de estar indiciado por temas de corrupción: “Esa sentencia en lo penal, le va a llegar condenatoria”. Anaya aseguró que los ataques en su contra se debían a que, de convertirse en presidente, llevará a juicio a Enrique Peña Nieto.

Trump y Kim firman un acuerdo sin compromisos.
La cumbre celebrada ayer en Singapur cumplió las expectativas. El presidente de EE UU y el líder de Corea del Norte se estrecharon la mano, conversaron durante cuatro horas y firmaron una declaración conjunta, altisonante en sus aspiraciones y mínima en detalles. Pero los dos alcanzaron sus objetivos: Donald Trump logró interpretar el papel de líder mundial en el que fracasó durante el G7 y Kim Jong-un dio un gran paso para ser aceptado como un dirigente legítimo por la comunidad internacional. La desnuclearización de Corea del Norte queda en manos de técnicos y diplomáticos tras el comunicado, de cuatro puntos, que expresa el compromiso de Corea del Norte a la “completa desnuclearización de la península”. Pyongyang entregará restos de antiguos prisioneros de guerra y desaparecidos en combate, EE UU aportará garantías de seguridad al régimen de Kim y ambos países colaborarán para establecer un “régimen de paz duradero”.

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